En el mitin más cañero de estas elecciones, el Partido Popular ha exhibido músculo para cerrar la campaña por todo lo alto. Frente a más de tres mil personas -según cifras de la organización-, el presidente de los populares, Pablo Casado, ha presumido de candidatos y ha lanzado un mensaje claro a sus exvotantes: por favor, vuelvan a casa.
"Este partido tiene que volver a pensar en grande. Todo empieza el lunes: tenemos que reconstruir un proyecto político que albergue a todo el centro derecha", ha afirmado Casado. "Separados no podremos ganar, hay que aglutinar a la España de clases medias patrióticas que quiere derrotar a la izquierda, al nacionalismo, a los batasunos".
Casado no ha separado su discurso del objetivo central del PP este domingo: no perder poder territorial, pese a que dos de sus grandes feudos, la Comunidad de Madrid y Castilla y León, penden de un hilo. "No podremos tener una España unida si no somos capaces de unirnos ni a la hora de ir a las urnas", ha reclamado.
Así que, para el presidente del PP, "el 26-M también se vota por España". "No pasarán. No toleraremos que los golpistas tengan la complicidad de un gobierno socialista".