El informe de los letrados del Congreso, entregado esta misma mañana a la Mesa, avala la suspensión automática de los diputados presos por el 1-O. Ahora la Mesa deberá decidir cuál es el destino de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sànchez en base a la Ley de Enjuiciamiento Criminal (art. 384 bis). Así, previsiblemente, los diputados de ERC y JxCAT serán suspendidos y no podrán votar en la elección del presidente del Gobierno, alterando de esta forma la mayoría absoluta de la Cámara Baja.
Meritxell Batet, elegida este mismo martes presidenta del Congreso, encargó tal informe a los letrados el jueves tras una primera reunión de la Mesa de más de tres horas. Una medida considerada por PP y Ciudadanos como dilatoria, pues la socialista podría haber convocado esa primera reunión el mismo martes por la tarde. Más aún, Batet escribió al presidente del Tribunal Supremo para pedirle que le aclarase las dudas sobre la suspensión, en una forma velada de pedir que cargase con la decisión.
Tanto Partido Popular como Ciudadanos entendieron la dilación de la presidenta del Congreso como una medida para retrasar la decisión más allá de las elecciones del 26-M e incluso desde la formación popular Pablo Casado llegó a amenazar con una denuncia por prevaricación en caso de que la Mesa no suspenda este mismo viernes a los cuatro diputados presos.
En el momento de la petición del informe a los letrados, y después de una primera reunión de la Mesa definida como de una áspera discusión, la sensación de que el PSOE estaba ya obligado a suspender a los presos era difícil de contrarrestar. Batet decidió entonces no posponer más la nueva reunión de la Mesa, como le pidió Podemos, y la convocó para este viernes.
La confianza de PP y Cs en el informe se ha visto correspondida en su interpretación y los letrados han avalado la suspensión automática en base al reglamento. Además, la Ley de Enjuiciamiento Criminal señala taxativamente que todo cargo público en prisión provisional y procesado por rebelión será "automáticamente" suspendido en sus funciones hasta que salga de la cárcel.
Si Batet o, en realidad, el PSOE, no da su brazo a torcer y se sitúa junto a PP y Ciudadanos, los populares amenazan con reprobarla y Cs ya habla de pedir su dimisión. A ellos se suma el Supremo y, por otra parte, el precedente de los diputados en el Parlament, suspendidos el año pasado en una situación similar.