La dirección del PP pasó el día de reflexión expectante, pero "más esperanzada que preocupada" ante lo que vaya a ocurrir en el superdomingo electoral de este 26-M. El equipo de Pablo Casado está satisfecho del trabajo realizado, y además presume de su implantación territorial "mucho mayor que la de cualquier otro partido en España". Es en eso en lo que basa parte de la confianza en que esta cita con las urnas le sea más propicia que la del 28 de abril, en la que perdió más de la mitad de sus escaños en el Congreso y más o menos la misma cantidad de votos.
"Pero no nos podemos comparar con las anteriores generales", protesta una fuente muy cercana a Casado. "Hay que ver cómo recogimos el partido tras la moción de censura, ahí estaba el sorpasso ya hecho y nos hemos recuperado en unas circunstancias muy difíciles". Valga esta declaración como un cierre de filas en torno al líder... y a su número dos.
Porque los cuchillos aún no vuelan en Génova, pero sí se están afilando. Una parte del partido, la que más se ha sentido defenestrada tras el congreso extraordinario del pasado julio en el que Casado batió a Soraya Sáenz de Santamaría y se hizo con la presidencia, se ha conjurado para pedir la cabeza de Teodoro García Egea si ven la oportunidad. Y la ocasión puede ser en la misma noche de este domingo, si finalmente el PP no cumple con lo que esperan sus dirigentes actuales.
"No sólo es la implantación. Está regresando voto desde Vox", diagnostica esta fuente cercana a la dirección. "En un cálculo rápido, prevemos recuperar un tercio de lo que se fue hacia allá". Entre otras cosas, admiten desde Génova, porque ni Vox ni Ciudadanos se presentan en todas las plazas. "Es producto de más de 30 años de buen trabajo, y en esas plazas el voto se concentra por sí solo". Pero no es sólo la cantidad de listas, "sino su calidad, en las municipales los ciudadanos votan más a la persona, y el PP tiene los mejores candidatos".
Un impulso vía cambios
En todo caso, Pablo Casado ya tiene preparados cambios en la dirección del partido, para darle un nuevo impulso tras las dos citas electorales más duras de la historia del Partido Popular. En ningún caso se plantea darle satisfacción a los sorayos y la cabeza política de Teo, su compañero de trayectoria política, no peligra. "Hay gente que está en eso, no lo puedo negar", reconoce esta persona muy allegada a ambos, "pero tendría que haber una hecatombe este domingo... y ni aun así, este partido está muy fuerte".
Este lunes se sabrán los nombres que cobran fuerza en el equipo con el que Pablo Casado debe afrontar la legislatura, sea ésta de cuatro años o más corta, como se intuye en el PP. "Tenemos un grupo parlamentario magnífico, con experiencia, y se verá en la reunión cuando se hagan los nombramientos de las portavocías y las comisiones", detalla esta fuente.
Pero en ese cónclave también habrá culpables. Casado prevé aprovechar la cumbre con los suyos para hacer retoques en las vicesecretarías sectoriales, donde se coordina el trabajo diario de Génova, 13. Quien más suena para salir de la dirección es la vicesecretaria de Comunicación, Marta González, que dejaría su puesto y sería la cara visible de los caídos en beneficio del refuerzo popular.
También Cuca Gamarra está llamada a dejar su vicesecretaría de Política Social. "Si finalmente es la portavoz del grupo, dejará sus responsabilidades en el partido". Quiénes sean los que ocupen estas posiciones es lo que nadie tiene claro aún en la sede del PP, ni los más cercanos a Casado.
Lo que está claro es que el equipo joven que ha tomado la responsabilidad en el PP hace todavía sólo 10 meses está echando raíces, que quieren que sean firmes. "Algunos de los que hoy critican, callaban antes del 28-A... si tan mal se hacían las cosas, podrían haberlo dicho, pero no". Desde la dirección del PP lamentan que haya movimientos oscuros. "Aquí no se ha marginado a nadie, y los resultados van a ser mejores este domingo", explica esta fuente, que concluye: "Además, los que ahora quieren dar lecciones, en realidad tienen bastante que callar".