Estudiantes independentistas de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona han pegado en las paredes del centro decenas de carteles de bienvenida a la colaboradora del comando Barcelona de ETA Marina Bernadó Bonada.
Bernadó, mallorquina de 44 años, fue entregada el pasado viernes por agentes de la Gendarmería francesa a sus homólogos de la Policía Nacional tras cumplir más de doce años de cárcel en la prisión de Rennes. La terrorista pasó el fin de semana en la prisión de Soto del Real y fue puesta en libertad condicional ayer lunes a la espera de que la Audiencia Nacional decida si debe ser juzgada por los hechos que se le imputan.
Para colgar sus carteles de bienvenida a Bernadó, los estudiantes independentistas han arrancado los carteles en los que la asociación constitucionalista S'ha Acabat, objetivo habitual de los radicales, anuncia un debate sobre TV3 titulado TV3, ¿información o manipulación? En él participan como ponentes la profesora de Comunicación Isabel Fernández Alonso junto a los diputados autonómicos catalanes Nacho Martín Blanco (Ciudadanos), Daniel Serrano (PP) y David Pérez (PSC).
Bernadó, novia durante un tiempo del también etarra Zigor Garro Pérez, fue detenida en 2006 en el pueblo francés de Quezac en una operación conjunta entre la Gendarmería francesa y los cuerpos y fuerzas de seguridad españoles. Bernadó fue condenada en 2008 y 2011 por los tribunales franceses a sendas penas de nueve años de prisión. En 2014, fue condenada de nuevo por la Corte Criminal de París a diecisiete años por cuatro robos perpetrados por ETA en territorio francés en 2005 y 2006.
En España se la reclama por su pertenencia al comando Barcelona de ETA entre 2000 y 2001, y más concretamente por esconder a miembros del grupo terrorista y por recopilar información sobre posibles víctimas. Pero la Audiencia Nacional debe decidir primero si los hechos por los que se la acusa en España han sido ya juzgados en Francia, lo que impediría que se la juzgara de nuevo por ellos, o si por el contrario se trata de hechos diferentes.
Bernadó es objeto habitual de homenajes y manifestaciones en Cataluña por parte de colectivos separatistas y simpatizantes de ETA. En 2010, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ordenó investigar un acto convocado en Barcelona para celebrar la liberación de la colaboradora del comando Barcelona Laura Riera, y en el que también se homenajeaba a las presas Lola López y Marina Bernadó, a instancias de la Fiscalía y por considerar que podría ser constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo.
En los carteles colgados en la Pompeu Fabra se califica a Marina Bernadó de "presa política catalana" a pesar de no ser ni una cosa ni la otra. En un momento del vídeo puede verse a la responsable de la UPF preguntar a los estudiantes si pertenecen al SEPC, el Sindicatos de Estudiantes de los Países Catalanes, y a estos responder afirmativamente. El delito de enaltecimiento del terrorismo es castigado por el artículo 578 del Código Penal español con penas de uno a tres años de prisión y multa de doce a dieciocho meses.