Cataluña, Portugalicia, Escocia, Karelia o Jämtland son algunas de las naciones ficticias que aparecen en el videojuego Conflict of Nations World War III, desarrollado por la compañía maltesa Dorado Games. Ninguna de ellas aparece como una de las sesenta y cuatro naciones jugables en las opciones del juego, aunque sí intervienen en él y pueden, por lo tanto, ser invadidas –o invadir el territorio de los jugadores– durante el desarrollo de la partida.
Conflict of Nations World War III es un juego gratuito para navegadores. Su mecánica es similar a la de otros muchos simuladores de estrategia militar del mercado. El jugador selecciona al principio de la partida una nación con la que jugar y a partir de ahí se enfrenta a las naciones vecinas e intenta conquistarlas –o evita ser conquistado– mientras hace frente a sus propios movimientos separatistas, armados y financiados generalmente por naciones rivales.
El hecho de que regiones como Cataluña o Portugalicia aparezcan en el juego, pero no puedan ser escogidas por el jugador –al menos en las primeras fases de la partida–, parece confirmar que han sido colocadas más como cebo para unionistas que para simpatizantes del separatismo.
Entre esas naciones ficticias figuran también, entre otras, Escocia; Karelia, una región en disputa a caballo de Rusia y Finlandia; Jämtland, una región que ha pertenecido en distintos periodos históricos tanto a Noruega como a Suecia; e incluso la región de Veyshnoria, creada en septiembre de 2017 para Zapad, un ejercicio militar conjunto de los ejércitos ruso y bielorruso. La creación de regiones separatistas ficticias como objetivo militar en entrenamientos y simulaciones de crisis es habitual en los ejércitos de todo el mundo.
En el transcurso de la partida de prueba jugada por EL ESPAÑOL, Barcelona ardía en llamas, aunque todavía como territorio español. Mientras tanto, Manresa, Sabadell y Gerona permanecían controladas por el Gobierno catalán, representado por la estelada. A los pocos minutos de juego, Manresa ya había pasado a control francés. Mientras tanto, Quim Torra, el avatar escogido por EL ESPAÑOL, seguía intentando hacerse torpemente con la mecánica del juego al mando de Noruega.