El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, ha dejado en el aire la posibilidad de que Manuela Carmena sea investida este sábado alcaldesa de Madrid: "Serán responsables de que gobierne la izquierda", ha dicho sobre PP y Ciudadanos, que tanto en Zaragoza como en la capital de España negocian al margen de su partido.
Espinosa de los Monteros ha puesto de manifiesto que su formación es clave en el Consistorio -logró cuatro concejales el pasado 26 de mayo- y que, además, es fundamental para el cambio, por lo que reclama proporcionalidad en la composición del Ejecutivo municipal.
Eso sí, el dirigente ha mostrado la disposición de Vox tanto para llegar a un acuerdo con PP y Cs en las siguientes horas como para, en caso de que Carmena lograra retener el poder, abordar con éstos una posterior moción de censura.
Según ha sabido este diario de fuentes negociadoras, el PP apalabró con Vox que estos no revelaran haber exigido concejalías para no soliviantar a Ciudadanos con el revuelo mediático que esa circunstancia generaría. Espinosa ha admitido que tiene "aspiraciones de gobierno", pero sólo ha leído hasta ahí.
En público, Vox dice no tener preferencia entre Almeida y Villacís. Los dirigentes del partido en el extremo derecho del tablero llaman a que PP y Cs se "pongan de acuerdo", pero este viernes Ortega Smith transmitió a Génova que estaría más cómodo con un alcalde azul.
Al contrario de lo que sucedió en Andalucía, Espinosa de los Monteros, a veinticuatro horas de la constitución de los ayuntamientos, insiste en que sus exigencias no son un farol. Ha remarcado que si PP y Cs no les incluyen en el pacto, "gobernará la izquierda".
En las capitales de provincia aragonesas, por ejemplo, conservadores y liberales ya han aireado su pacto. Lo han hecho obviando que necesitan los votos de Vox. De ahí que Espinosa, visiblemente molesto, haya recalcado que "la izquierda" se hará con la vara de mando en Zaragoza.
En Madrid, PP y Ciudadanos llevan reunidos desde este mediodía. Conversan en torno a un programa de ochenta medidas. Espinosa ha reconocido no haberse sentado con los liberales -"eso lo pone todo más difícil"- pero no ha negado que haya habido contactos. "Todavía estamos a tiempo de salvar Madrid", ha apremiado.