Isabel Díaz Ayuso dice que no quiere "sorpresas" de última hora, de ésas que hicieron que la negociación del Ayuntamiento de Madrid tuvieron a todo el PP en un ¡ay! hasta la madrugada. La candidata de los populares a presidenta de la Comunidad de Madrid salía este sábado de la sesión de constitución del consistorio de la capital anunciando que comenzará las conversaciones este mismo lunes y que quiere que sea ahí donde se planteen las "líneas rojas" de sus eventuales socios, Ciudadanos y Vox.
Pero la frontera de los de Albert Rivera está clara. El partido naranja quiere reciprocidad y que Ignacio Aguado sea investido el próximo 11 de julio tras calificar como una "cesión" el hecho de retirar a Begoña Villacís como alcaldable para votar al popular José Luis Martínez Almeida y hacerlo primer edil de Madrid.
Fuentes oficiales del partido confirmaban a EL ESPAÑOL que el PP "no debe dar por hecho el acuerdo". Según Ciudadanos, "las negociaciones están muy abiertas” y por ahora, Aguado mantiene su intención de ser presidente de Madrid.
El PP y Vox pactaron la pasada madrugada que Martínez Almeida tomara el bastón de mando al frente de un Gobierno de coalición junto a Ciudadanos, en el que Begoña Villacís será la vicealcedesa. Durante las negociaciones, Cs planteaba que Villacís se turnara en la alcaldía durante dos años con el popular, pero finalmente el acuerdo definitivo la convertirá en vicealcaldesa.
Fuentes de Ciudadanos plantean que la "cesión" de la Alcaldía implicaría que la presidencia de la Comunidad de Madrid recaería en Aguado. El PP, en cambio, se muestra optimista y confía en solventarlo todo a la primera, el 11 de julio.
Y es que Díaz Ayuso ha insistido en que se va a poner desde ya a "defender programas y principios". Lo hacía atendiendo a las preguntas de la prensa sobre si las negociaciones en la capital influirían en la suya para el Gobierno regional.
"Voy a estar a defender programas, principios y con los partidos sin líneas rojas", ha indicado desde el Palacio de Cibeles. La candidata del PP no ha querido responder, en cambio, al planteamiento de Ciudadanos de que ella deba dar un paso atrás y corresponder con los naranjas a su "cesión" en el Ayuntamiento.
Ayuso ha preferido decir que ella se va a centrar "cosas básicas" y de "políticas que se puedan cuantificar económicamente" para confirmar que se puedan llevar a cabo. Además, sólo quiere tocar temas que sean "estrictamente regionales" para que no se convierta en "folclore".
"Quiero entendernos y buscar un acuerdo para que Madrid siga siendo motor de España y aplicando políticas liberales", ha dicho. Díaz Ayuso, en su afán de no dejarlo todo hasta última hora, pretende un nuevo modelo de negociación, que en este caso se lleve con reuniones programadas y transparentes, y "de día", ha insistido.
Sobre la investidura de Almeida, Díaz Ayuso ha vaticinado que su llegada a la alcaldía madrileña es el "comienzo de una unión de centro derecha" para que desde el Ayuntamiento y la Comunidad se consiga seguir con la bajada de impuestos y mantener servicios públicos.