Se acabó. Ciudadanos ha roto con Manuel Valls. Los tres concejales de Rivera en el Ayuntamiento de Barcelona abandonan la plataforma municipal dirigida por el ex primer ministro francés. Así lo ha anunciado Inés Arrimadas tras reunirse con la Ejecutiva de su partido. "Tendremos voz propia y grupo individualizado". Esta frase pone fin a la tortuosa relación de Albert Rivera con el otrora líder socialista.
El domingo por la tarde, el que fuera candidato naranja a la alcaldía de Barcelona apostó por Javier Lambán, del PSOE, como presidente de Aragón, también en contra del criterio de Rivera. Ahí quedan las críticas de Valls a Ciudadanos, a los que ha rejoneado entre líneas durante los últimos meses por su relación con Vox.
Inés Arrimadas ha reconocido que la decisión se ha tomado este mismo lunes en la Ejecutiva. Anoche, la propia portavoz nacional concedió una entrevista a La Sexta, en la que reconoció la discrepancia, pero negó el adiós a Valls.
Fuentes oficiales de Ciudadanos confirman que el voto del francés a Colau ha sido "la gota que ha colmado el vaso". El ex primer ministro decidió investir a la alcaldesa catalana para cerrar el paso a Esquerra Republicana. "Lo ha hecho a cambio de nada. Para nosotros apenas hay diferencias entre Colau y Ernest Maragall", detallan estas fuentes.
Arrimadas, en rueda de prensa, ha zanjado: "Queremos voz propia". También ha desvelado que José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, ha comunicado la decisión a Valls esta misma mañana.
Desde este lunes, los liberales tendrán tres ediles en el consistorio barcelonés, y no seis. Armarán su propio grupo y deslindarán su funcionamiento al completo de las órdenes de Valls. Esta situación ya se visualizó el sábado, cuando los concejales que pertenecen a la estructura de Ciudadanos evitaron el voto a Colau, al contrario que el francés y sus otros dos compañeros.
La tesis de Ciudadanos y la de Valls en torno a Barcelona se tornó radicalmente opuesta nada más conocer los resultados del 26 de mayo. El ex primer ministro del país vecino consideraba malas opciones tanto a Colau como a Maragall, pero se inclinó por apoyar a la primera para evitar el "desastre" que hubiera supuesto el segundo.
Rivera, en cambio, dice que apenas existen diferencias entre Colau y Maragall. Sostienen que la alcaldesa, en el fondo, también es separatista. "Los hechos nos han dado la razón. Su primera decisión ha sido volver a poner el lazo amarillo en la fachada del Ayuntamiento", ha aseverado Arrimadas.
La portavoz en el Congreso, encargada de anunciar este movimiento, es quien mejor relación mantiene con Manuel Valls. Fue ella quien, antes de la investidura, viajó a Barcelona para trasladarle en privado que Rivera no aceptaría los votos a favor de Colau. Él le anunció que no enmendaría su posición. Entonces llegó la ruptura implícita, hasta que este lunes, Ejecutiva de por medio, Ciudadanos ha oficializado el divorcio.
Reacción de Valls
Tras conocerse la decisión de Cs, Manuel Valls se ha ratificado en el sí que dio a Ada Colau este sábado para "frustrar el acceso del independentismo" al consistorio barcelonés y anuncia que evaluará "en el momento oportuno" el escenario político que se abre para su plataforma tras la ruptura con los de Rivera.
En un comunicado, el ex primer ministro francés detalla que hablará de la ruptura una vez haya analizado la situación política con el equipo de su plataforma, Barcelona pel Canvi.
"El ex primer ministro francés agradece, una vez más, el apoyo recibido de todos los votantes que depositaron su confianza en la plataforma que encabezó en las elecciones municipales del 26 de mayo, un respaldo que ha sido decisivo para frustrar el acceso del independentismo a la alcaldía de Barcelona", señala el comunicado.