No era un viaje en agenda, pero era obligado: cuando todo parecía más encarrilado para que los populares se hicieran con el gobierno de las Islas Canarias —con paso al lado, incluso, del candidato de Coalición Canaria—, los partidos del centroderecha le vieron las orejas al lobo. Lo tenían casi hecho, pero se tambaleó. Así que no quedó otra: Teodoro García Egea y Javier Maroto, los negociators —nada de licencias literarias, es el apodo que les brindan sus compañeros de partido—, tenían que ir allí y jugar todas las cartas posibles.
La decisión fue tomada cuando al miércoles le faltaban apenas unos minutos para terminar. Por la tarde, en Génova se daba por prácticamente cerrado un acuerdo que convertiría a Asier Antona en el primer presidente popular de la comunidad autónoma. Sin embargo, unas horas más tarde, a las 8 de la mañana, tanto Egea como Maroto compartirían asientos en un vuelo regular dirección a Las Palmas de Gran Canaria. En la agenda: una reunión de trabajo tras otra.
Había varios obstáculos a superar, pero el principal saltó a mediodía: había acuerdo entre las fuerzas de izquierda. Era el llamado pacto del progreso.
"Vamos a ver qué pasa en 48 horas"
El PSOE sumaba: su candidato, Ángel Víctor Torres, había conseguido el compromiso de toda la izquierda del nuevo Parlamento canario para hacerle presidente. También a los diputados que se habían convertido en la llave de cualquier gobierno: los tres cargos electos de la Agrupación Socialista Gomera. Se hacían los socialistas, así, con 37 de los 70 diputados: 25 del PSOE, 5 de Nueva Canarias, 4 de Podemos y 3 de ASG.
La cuestión es que el PP creía en la noche de este miércoles que contarían con los apoyos de los socialistas gomeros. Y, de hecho, aún no lo dan por perdido: por eso, tanto Egea como Maroto han limpiado sus agendas y han decidido alargar su estadía en Canarias. En su mente: negociar hasta el último momento.
“Las cosas están muy mal, pero estamos abiertos a cualquier cosa”, apuntan fuentes populares canarias a este periódico. “Hasta que no haya firma, nada”, comentan, dado que, aunque se ha anunciado a bombo y platillo el acuerdo de izquierdas, con comparecencias y fotografías de todos los protagonistas incluidas, las rúbricas se realizarán este sábado. “Vamos a ver qué pasa en las próximas 48 horas”.
Cabeza por cabeza
Los negociators populares tienen una ardua tarea por delante: conseguir que el líder de ASG, Casimiro Curbelo, rompa con su palabra dada y deje al PSOE a los pies de los caballos. Pero en su manga hay un as: que Curbelo, otrora senador socialista, fue purgado de las listas electorales por un incidente sucedido en Madrid. Ferraz le vetó y él pegó un portazo y fundó su nuevo partido.
Las fuentes consultadas por este diario no han querido precisar qué están dispuestos a ofrecer a unos y a otros para que el PP gobierne Canarias. De momento, parecía salvado el veto que Ciudadanos había impuesto al candidato de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, por su imputación en el caso Grúas: el secretario general de CC, José Miguel Barragán, comunicó este jueves que se avenían a dejarlo fuera.
Pero no sería el único impedimento, y sobre todo ahora. Barragán, según confirma Efe, también trasladó al PP otro mensaje: para que CC aceptara el doble sacrificio de ceder la presidencia a una fuerza política a la que dobla en diputados (20 frente a 11) y, al mismo tiempo, dejara a Clavijo fuera del Gobierno, se querían cobrar la cabeza de Asier Antona. Su condición era que el nuevo Gobierno canario no lo presidiera Antona, sino su número 2, la secretaria general del partido, Australia Navarro.
De momento, nadie ha querido admitir si Egea y Maroto han transigido. O si, dadas las circunstancias, el escenario ahora es otro. Pero la consigna es clara: “Lo que importa es gobernar”.