Las aguas bajan revueltas en el seno del Parlamento Europeo por las tensiones entre Ciudadanos y Emmanuel Macron. Y el principal damnificado de la lucha entre los liberales españoles y el presidente francés en el campo de batalla del grupo liberal europeo –antes conocido como ALDE y ahora rebautizado como Renovar Europa por un capricho de Macron– ha sido uno de los más pequeños de sus integrantes: el PNV.
La principal de las refriegas tuvo lugar el pasado miércoles. Macron se había visto obligado a forzar la renuncia de Nathalie Loiseau, exministra francesa de Asuntos Europeos y polémica candidata a la presidencia del grupo liberal, por unas declaraciones filtradas a la prensa belga en las que esta se despachaba, con grandes dosis de veneno, contra sus compañeros de grupo y con frases como "tiene frustraciones arraigadas" (contra el belga Guy Verhofstadt) o "ha perdido todas las batallas que ha librado" (contra la holandesa Sophie in't Veldt).
Ciudadanos, muy molesto por la intromisión de Macron en sus pactos municipales y autonómicos en España, movió ficha y forzó la caída en desgracia de Loiseau en el seno del grupo liberal. Y esa fue la primera de las dos batallas que la formación naranja le ha ganado a Macron en la última semana.
La carta que finiquitó a Izaskun Bilbao
La segunda llegó apenas unas horas después, cuando Emmanuel Macron, que buscaba venganza contra Cs, apoyó a la candidata del PNV Izaskun Bilbao para una de las vicepresidencias del grupo liberal del Parlamento Europeo en detrimento de la formación naranja, que cuenta con siete escaños por uno solo del PNV. Precisamente, el de Izaskun Bilbao.
Pero el grupo naranja volvió a mover ficha y recordó que la eurodiputada nacionalista ha sido una de las firmantes de la carta en la que setenta y nueve eurodiputados de fuerzas radicales, nacionalistas o simpatizantes del separatismo, y entre ellas Bildu y Unidas Podemos, reclaman que España permita que Carles Puigdemont tome posesión como diputado europeo.
No hizo falta mucho más. El apoyo de la candidata nacionalista a Carles Puigdemont, que empieza a ser visto como el Julian Assange catalán del Parlamento Europeo, fue suficiente para que el grupo liberal descartara a Izaskun Bilbao y le diera a Cs la vicepresidencia que esta ha ostentado durante los últimos cinco años. El vicepresidente del grupo será ahora Luis Garicano.
El PNV, condenado a la irrelevancia
Los efectos en la práctica de la jugada de Cs son enormes. El PNV pierde toda la influencia de la que disfrutaba en el grupo liberal europeo y queda relegado. Cs gana influencia y se posiciona al frente de Renovar Europa. La formación naranja también está más cerca de su objetivo a medio y largo plazo, que es el de lograr la expulsión del PNV del grupo liberal.
Macron, por su lado, pierde el liderazgo del grupo, que ahora será presidido por el rumano Dacian Ciolos. La vicepresidencia primera ha sido para el holandés Malik Azmani. El presidente francés, que aspiraba a controlar Renovar Europa como si se tratara de una extensión del Ministerio de Asuntos Exteriores francés, deberá conformarse con una de las siete vicepresidencias segundas, la de Dominique Riquet.
"Cs se ha cargado la vicepresidencia del PNV", cuentan a EL ESPAÑOL fuentes cercanas al grupo liberal europeo. "Izaskun montó un escándalo de los que hacen historia. Pero es que el PNV está muy preocupado porque ha perdido toda su influencia en Europa. Y eso que Macron la apoyaba a ella. En primer lugar, porque Cs se había cargado a Loiseau. Y en segundo lugar, porque Macron no soporta ahora a Cs".
Preguntada por la noticia de El País que el diario de PRISA tituló como Los pactos con Vox debilitan a Cs en el grupo de Macron en Bruselas, la fuente consultada por EL ESPAÑOL sonríe con sarcasmo. "Es lo más ridículo que he leído en mucho tiempo. O sea, que Cs pierde influencia porque gana la vicepresidencia del grupo, y Macron y el PNV salen ganando porque Izaskun pierde esa vicepresidencia, ¿es eso? Pues no, es exactamente lo contrario. Pero todo vale en la guerra contra Ciudadanos".
Fallos de protocolo
"La animadversión de Macron y Rivera tiene buena parte de cuestión personal", dice una segunda fuente también cercana al grupo liberal. "Rivera tuvo algunos fallos de protocolo con Macron cuando este apareció con La República en Marcha. Digamos que, en aquel momento, Macron no parecía el caballo ganador y que se sintió desairado por la actitud desdeñosa de Cs".
"Pero lo que ha pasado con Izaskun, que no pertenece estrictamente al ALDE sino al European Democratic Party de Bayrou, es que pidió ayuda a los españoles y estos, claro, no se la dieron", añade nuestro interlocutor. "Y la carta tuvo mucho que ver, sí. Pero es que lo personal importa mucho en política. Hasta el punto, ya ves, de que Macron, que tanto reniega de Vox, ha acabado apoyando a una nacionalista vasca por un tema personal contra Ciudadanos. Pero es que Macron es muy, muy vanidoso. Más, incluso, que Rivera".