Ni un paso atrás. Ni la dimisión de Toni Roldán, ni el abandono de la Ejecutiva por parte de Javier Nart, ni las renuncias de dos cargos medios como Javier Vázquez en Asturias y Miguel López Bachero en Murcia torcerán la voluntad de Albert Rivera. El no a Pedro Sánchez es firme y la negativa de la Ejecutiva –por veinticuatro votos en contra, cuatro a favor y tres abstenciones– a explorar vías de negociación con el líder del PSOE es la prueba de que el grueso del partido apoya sin mayores fisuras el cordón sanitario decidido por Rivera.
Fuentes de Cs cercanas a la Ejecutiva no niegan, sin embargo, el impacto de la renuncia de Toni Roldán. Pero recuerdan que el suyo es un caso muy diferente al de Javier Nart. A diferencia del portavoz económico y secretario de Programas y Áreas Sectoriales, que ha abandonado el partido y también su escaño en el Congreso de los Diputados, Nart sólo ha renunciado a su puesto en la Ejecutiva, pero no a su escaño como eurodiputado.
Los movimientos en el partido han provocado una reorganización interna. Marcos de Quinto, exvicepresidente de Coca-Cola, pasará a formar parte de la Ejecutiva. Edmundo Bal, exabogado general del Estado, destituido en noviembre de 2018 como jefe de lo Penal de los Servicios Jurídicos del Estado por negarse a modificar la acusación de rebelión contra los líderes del procés tal y como le había ordenado el Gobierno, será portavoz adjunto en el Congreso. El escaño de Roldán será ocupado por Carina Mejías, líder del grupo municipal de Cs en Barcelona hasta el desembarco en la Ciudad Condal de Manuel Valls.
Posible goteo de renuncias
Aunque la dimisión de Roldán ha destapado la existencia de una corriente interna en Cs de oposición a Albert Rivera por su negativa a negociar con Pedro Sánchez, el partido no teme más bajas de dirigentes de relieve. Sí sospechan, en cambio, que podría producirse un pequeño goteo de renuncias en comunidades y ayuntamientos, especialmente por parte de cargos de nivel medio. La renuncia de Javier Vázquez y Miguel López Bachero, cargos con mucho menor peso político y mediático que Roldán o Nart, parece confirmar este punto.
"Creemos que pueden caer algunos cargos más, especialmente aquellos que se habían hecho la ilusión de tocar poder, pero que se han visto perjudicados por la renuncia a pactar con el PSOE", dicen las fuentes consultadas. "Hay gente a la que con el PSOE le salían las cuentas, y sin el PSOE no. Es posible que caigan durante los próximos días algunos de esos", añaden.
¿Roldán al PSOE?
Sí ha sorprendido en Cs, en cambio, la escenografía de la renuncia de Toni Roldán, al que Inés Arrimadas lanzó un evidente reproche durante su comparecencia ante la prensa al recordar que él también votó en su momento a favor del cordón sanitario al PSOE de Pedro Sánchez. "Si te vas, te vas, pero no apareces en la sala de prensa como si fueras Pedro Sánchez o Pablo Casado para anunciar tu salida del partido", se quejan en Cs. La sospecha es que esa escenografía tenía el objetivo de añadir aún más presión a Rivera.
Que Roldán pertenecía al sector más progresista de Cs, el socioliberal, era una obviedad. Que su biografía política e ideológica encaja tanto en Cs como en el PSOE, otra. "La incomodidad de Roldán se sabía desde hace un mes aproximadamente" afirman fuentes del partido. "Pero es que también hay que conocer su evolución ideológica. Él era afín al PSOE antes de entrar en Cs, y al principio de la anterior legislatura trabajó en el Parlamento Europeo para un eurodiputado del PSOE. Su giro liberal nunca fue de corazón, y todo el mundo lo sabía. ¿Ahora descubren algunos que el liberalismo es una ideología más cercana a la derecha que a la izquierda?".
La salida de Roldán ha despertado además en el partido la sospecha de que ese rumor que habla de una supuesta oferta del PSOE a Roldán –nada más y nada menos que una secretaria de Estado– podría tener mucho de cierto. A la sospecha ayuda otro insistente rumor: el de que Manuel Valls podría estar negociando con el PSOE un hipotético nombramiento como futuro ministro de Exteriores.
No habrá giro hacia el PSOE… a corto plazo
Haya algo de cierto o no en la hipotética OPA hostil del PSOE a Cs, lo que sí es evidente es que las terminales mediáticas del partido socialista han celebrado la salida de Roldán como una victoria y que el exportavoz económico del partido naranja ha recibido más elogios en veinticuatro horas que los que ha recibido en los últimos cuatro años. En este sentido, la salida de Roldán ha permitido redoblar la presión a Albert Rivera para que renuncie a su cordón sanitario y abra negociaciones con Pedro Sánchez.
Pero no parece que eso vaya a ocurrir. Al menos, a corto plazo. Tanto la estrategia general de Cs –convertirse en el primer partido de la derecha– como la táctica escogida para conseguirlo –'no' a la investidura de Pedro Sánchez– continúan siendo el faro que guía la nave naranja. "En realidad, la carta de Francesc de Carreras hizo más daño en el sector socialdemócrata del partido que el que pueda hacer la dimisión de Roldán" afirman en Cs.
"No habrá absolutamente ningún cambio en la primera ronda de investidura" añaden las mismas fuentes. "El juego siempre ha sido que el PSOE se retrate y busque el apoyo de los nacionalistas. Podemos quiere ministerios, y el PSOE no se los va a dar, porque eso retrasaría el gran objetivo de Sánchez, que es absorber a Podemos, como el del PP es absorber a Vox. Y cuando lleguemos a la segunda votación, veremos qué ocurre. Sánchez tendrá la opción de un Gobierno Frankenstein, con muchos pequeños partidos radicales y desleales a la Constitución que le presionarán con el doble de fuerza y le harán la vida imposible, o la de un Gobierno estable con un solo partido: Cs".