Casi como a un enemigo del pueblo. Así presentó Podemos a Amancio Ortega en la última semana de campaña electoral previa al superdomingo de las municipales, autonómicas y europeas. El partido de Pablo Iglesias y todas sus confluencias -Izquierda Unida, Equo, los Comunes...- centraron en el dueño de Inditex sus mensajes de cara a las urnas, mostrando un rechazo ideológico total a sus millonarias donaciones a la Sanidad pública.
El argumento elaborado por la formación morada consistía en defender su llamado "impuesto a los ricos" para que "España avance en justicia fiscal". Según Podemos, nuestro país tiene un "enorme margen" respecto a la media europea. El partido de Iglesias proponía en su programa electoral para las generales recaudar hasta 40.000 millones más de impuestos al año "reduciendo la brecha fiscal con la media europea a la mitad". Según explicaba la dirección del partido, este gap es de ocho puntos porcentales y Podemos propone recortarla.
Y no encontraron mejor argumento Isa Serra, candidata de Podemois a la Comunidad de Madrid de la mano de Izquierda Unida, y sus jefes Pablo Iglesias y Pablo Echenique, que acusar a Ortega de evadir impuestos a través de sus sociedades de inversión Pontegadea y Partler, entre otras.
Porque España no será "una democracia digna" si sigue aceptando las dádivas de un potentado. Y porque "si en España se cumpliera el artículo 128 de la Constitución", ése que dice que toda la riqueza nacional está supeditada al bien común, el dueño de Zara "no donaría 500 millones en 18 años", sino que "pagaría 750 millones cada año".
El argumento no sólo venía con trampa, como luego veremos, sino que se le ha vuelto en contra esta semana. La Agencia Tributaria publicó este jueves el listado de las 4.028 personas físicas y jurídicas que adeudaban a Hacienda más de un millón de euros al cierre de 2018, un número un 6,7 % inferior al del año pasado y un 17% inferior al del primer listado, publicado en 2015. En total, más de 14.100 millones de euros.
El listado hecho público por la Agencia Tributaria, la llamada "Listado de deudores", está accesible en su página web al amparo del artículo 95 bis de la Ley General Tributaria. Y en ese documento, que ocupa 78 páginas [consúltelo completo aquí], no aparece ni Amancio Ortega, ni Inditex, ni ninguna de las compañías fundadas bajo diversas denominaciones encabezadas por "Pontegadea", ni tampoco Partler.
Sin embargo, en la página 42 sí que aparece Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid, con su NIF y su dato exacto de deuda oficial con la Hacienda Pública. En total, la federación madrileña de IU, germen del grupo que se presentó en coalición con Podemos a las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid debe 1.001.778,64 euros al fisco.
Las deudas de IU de la Comunidad de Madrid con Hacienda vienen de lejos. En 2013, la Agencia Tributaria embargó cuatro de sus sedes cuando tenía impagos por valor de 1,2 millones de euros. Aun así, la deuda creció hasta los 1,8 millones en 2015, lo que puso en peligro poder participar en las elecciones municipales de aquel año. Y ahí vino la división: en Madrid se presentaron candidatos de IU en contra de la posición del coordinador general, Alberto Garzón, que al final decidió romper y se quiso desvincular “a todos los efectos legales, jurídicos y políticos” de su federación madrileña.
Queda por aclarar si esa ruptura política exime a IU de la deuda y quién debe asumir esos pagos. Izquierda Unida era toda una cuando la federación madrileña no pagó las retenciones del IRPF de sus trabajadores entre los años 2000 y 2009.
La trampa argumental
Pero decíamos que el argumento de Echenique venía con trampa. Y es que apelar a "un impuesto de solidaridad como el francés" es falso. Ni existe tal cosa en Francia ni es loq ue propone Podemos. A no ser que su programa electoral no sea verdad y en realidad el partido morado quiera proponer una subida de la presión fiscal hasta del 75% como la que trató de imponer en su momento François Hollande, idea con la que ganó las elecciones presidenciales galas de 2012.
Pero es que el secretario de Acción de Gobierno de Podemos tampoco se acordó de aclarar que aquella "justicia fiscal" a la francesa fue declarada inconstitucional por "confiscatoria". Y olvidó del todo decir que en realidad nunca se llegó a aplicar, mientras estuvo recurrida. Más aún, que el presidente francés renunció a seguir batallando por ella en 2015.
Entretanto, y más allá de sus donaciones altruistas a través de su fundación, los negocios impulsados por Amancio Ortega han dejado en las arcas públicas en los últimos cinco ejercicios algo más de 11.200 millones de euros en los últimos cinco años. Una cantidad que proviene de la suma de los impuestos pagados por el imperio de Inditex y por la sociedad patrimonial del propio Ortega, Pontegadea Inversiones.
Lo llamativo es que Podemos utilizó a Ortega en su campaña electoral, precisamente lo que jamás ha hecho el hombre más rico de España -y varias veces del mundo-, que siempre ha evitado los momentos electorales cuando ha querido contribuir a la Sanidad pública. Así, los 320 millones para renovar equipos oncológicos para toda España fueron entregados en marzo de 2017; los 30 millones donados a la Sanidad valenciana llegaron en octubre de 2018; los 46,5 millones que fueron a parar a los hospitales madrileños con los mismos objetivos se vehicularon en junio de 2017... siempre en etapas de valle electoral.
Pero el secretario general de la formación morada llegó incluso a echar mano de sus mellizos para alimentar sus argumentos. Dijo haber "sentido rabia porque mis hijos están vivos y sanos gracias a un hospital público, y porque mi padre está vivo porque le hicieron un trasplante en un hospital público". Así que "no se puede consentir que la salud de nuestros padres e hijos dependa de unas donaciones a voluntad", sino de la "justicia fiscal".
Para defender a su candidata en Madrid, Isa Serra, que había destapado esta caja de los truenos, Iglesias sacó el librito de la Constitución comentada por Podemos qur utilizó en campaña y afirmó, aludiendo al artículo 128: "Que se entere el señor Amancio Ortega, que una democracia digna no acepta limosnas de los millonarios. Una democracia digna hace que los millonarios paguen impuestos y traten con dignidad a sus trabajadores".