Este jueves Fernando López Miras tiene una nueva oportunidad de ser presidente de la Región de Murcia. Pero para sacar adelante su investidura, el candidato popular necesita los votos de los cuatro diputados de Vox, que ya se rebelaron este martes impidiendo que fuera investido en primera votación.
La candidatura de López Miras sumó los votos del PP y Ciudadanos, mientras que el PSOE, Vox y Podemos votaron en contra. Los de Vox demostraron que no iban de farol: su no obliga a celebrar este jueves un nuevo pleno, en el que esta vez se requiere mayoría simple.
Si Vox se abstiene -una opción que todavía no está clara-, habrá gobierno.
Mientras tanto, aumenta la tensión. Y este miércoles, en vez de diálogo y acuerdos programáticos, fue el turno de las amenazas, los insultos y los chistes, con un error de becario de verano incluido...
La amenaza
El aviso la lanzaba Javier Maroto, vicesecretario de Organización del PP, que advertía que los de Santiago Abascal “tienen los días contados” si no reconsideran su posición en Murcia y en Madrid. Aquí, las negociaciones siguen paralizadas porque Vox pide un acuerdo único y los liberales, encabezados por Ignacio Aguado, en cambio, no quieren sentarse a hablar con Rocío Monasterio.
El número tres de los populares insistía en que sus declaraciones no debían tomarse como una “amenaza”, aunque a menos de 24 horas para una segunda oportunidad, el mensaje no podía ser más claro. Maroto subrayaba que los votantes de Abascal no entenderían el “espectáculo” de Vox votando junto a PSOE y Podemos en contra de un gobierno de PP y Cs.
Los insultos
La tensión subía a primera hora de la tarde, con un duelo político de alto voltaje entre Vox y Ciudadanos en redes sociales. Un dirigente de la formación naranja criticaba la postura del partido de derecha radical por haber tumbado no permitir gobiernos de “centro liberal” en Madrid y Murcia. El político en cuestión era el diputado por Granada Fran Hervías, que acusaba a Vox de “paralizar las instituciones alineándose con Podemos y PSOE”.
La respuesta de Vox no se hacía esperar, con un comentario que llevaba al límite las críticas y caía en el insulto. “El colmo de la jeta”, arrancaba el tuit, donde se llamaba a Rivera “acojonado” y “sinvergüenza” por no atreverse a sentarse en una mesa junto a Vox. “Que se deje de cordones sanitarios y de lamerle el culo a Macron”, continuaba, en referencia al presidente francés, Emmanuel Macron.
El chiste 'naranja'
Ciudadanos reaccionaba a los improperios contestando con humor. Los naranjas utilizaban también Twitter y recurrían a un famoso grupo musical de los 80, Locomía, cantando el tema Loco Vox, con el mensaje. “Qué nivel, Maribel. Enhorabuena, ya tenéis estribillo del verano”.
Y entre tuits jocosos y palabras malsonantes, intervenía el PP para pedir un poco de calma. La cuenta de los populares en Madrid emplazaba a liberales y utraderechistas que dejaran de insultarse para ponerse a trabajar juntos para que “el socialismo no gobierne”.
La culpa, del becario
Y parece que la petición del PP surtió efecto. Aunque Vox, eso sí, no ha rectificado del todo, porque su polémico tuit sigue vigente. Pero a última hora de la tarde abroncaba públicamente a su “CM de verano” [Community Manager], a quien le pedía “vigilar el lenguaje”. “No es fácil aguantar callados el desprecio de Ciudadanos a nuestros votantes y las mentiras a los suyos”, escribía seis horas después la cuenta oficial de Vox.
Y entre tanto ruido tuitero, el número dos de Pablo Casado, Teodoro García Egea, partía para Murcia con el objetivo de desbloquear la candidatura de López Miras. Los de Vox se mantienen en sus trece: volverán a rechazar apoyar al PP por “dignidad y honor”. Piden que Ciudadanos se siente en la mesa. “Si Cs no quiere, yo sí quiero sentarme con Vox”, subrayaba García Egea. Pero todo sigue abierto.