El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, da por zanjados los contactos con Unidas Podemos ante el "encastillamiento" de Pablo Iglesias, al que acusa de convocar una "consulta trucada" -a la que también se ha referido como "mascarada bien grande"- para que los inscritos avalen el 'no' a su investidura "coincidiendo con la ultraderecha", ha recalcado.
Sánchez señala a su hasta hoy socio como responsable de "dar por rotas" las negociaciones. En su última reunión, mantenida la pasada semana, Iglesias "no se movió de su posición maximalista de un gobierno de coalición" pese a que "por primera vez en democracia" -según el presidente- le ofreció "la incorporación de determinadas personas con cualificación al Consejo de Ministros".
Entre esos nombres no estaba el del propio Iglesias: "Siempre he tenido muchas dudas de que se incorporara a mi gobierno, somos dos personas con enormes discrepancias sobre temas como la cuestión catalana", ha revelado Sánchez, para quien, además, la representación de Unidas Podemos debería ser "realista" y ajustada a los resultados en las urnas: "Podemos me suma escaños, pero no me hace llegar a la mayoría absoluta".
"No soy una persona de vetos, pero tampoco acepto imposiciones. (...) Creo que a Iglesias sólo le queda responder si va a votar lo mismo que (Santiago) Abascal", ha insistido.
Sí a PP y Cs; no a JxCat y ERC
Entrevistado en la Cadena SER, un Sánchez visiblemente enfadado ha tratado de meter presión a la pieza clave para continuar en La Moncloa si PP y Ciudadanos se mantienen en sus posturas, algo que en este momento da por hecho. "Albert Rivera ni siquiera responde a mis llamadas. Es algo que deploro, justo lo contrario de lo que necesita este país", ha lamentado.
Eso sí, no dejará de intentar una "eventual abstención de dos fuerzas que se declaran constitucionalistas", ha asegurado, comprometiéndose a que la investidura "no dependa de de los independentistas, de lo que decidan ERC y JxCat". De las palabras de Sánchez se deprende que aún guarda alguna esperanza en relación con los populares. Hasta la fecha, Pablo Casado sí atiende a sus llamadas y ha acudido a todas las citas.
"Es evidente que el unilateralismo continúa quebrando la convivencia y que el Estado tendrá que actuar si va a más", ha dicho al ser preguntado por una hipotética nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, criterio que sería foco de conflicto con Iglesias.
"Sorpresa" en Podemos
En cualquier caso, el candidato del PSOE, que tiene siete días para obrar lo improbable, no desea una reedición de los apoyos que le auparon al poder en la moción de censura de 2018. Lo hace sin admitir errores en estos dos meses y medio desde la celebración de las elecciones generales: "Creo que he sido flexible y bastante razonable".
La reacción de Podemos a la entrevista se ha hecho esperar. Fuentes del partido se han limitado casi dos horas después a trasmitir a la agencia Efe su "sorpresa", sin entrar a valorar las manifestaciones del presidente hasta que se concrete una respuesta oficial que rebaje la tensión o, por el contrario, mantenga el pulso.
La cuenta oficial del partido en Twitter y algunos de sus dirigentes, como la diputada Ione Belarra, han recordado y respaldado la consulta en marcha: "Ayúdanos a decidir qué tipo de gobierno necesita nuestro país: de coalición con garantías o diseñado por el PSOE", ha escrito Belarra.