Pablo Casado y Albert Rivera subirán este lunes a la tribuna de oradores del Congreso con un mismo objetivo: arrogarse con su discurso la condición de líder de la oposición. Ambos dirigentes han adelantado que darán su “no” rotundo a facilitar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Para ello utilizarán argumentos diferentes pero similares.
Tanto Casado como Rivera llevan días preparando el discurso con su equipo. Ambos están empeñados en mostrar su férreo rechazo al sanchismo votando negativamente al líder socialista en el debate de investidura que arranca este 22 de julio a las 12.00 horas en el Pleno del Congreso. Frente a un PSOE que ahora reclama a los dos principales partidos de oposición "responsabilidad y sentido de Estado", sus noes son innegociables.
En este contexto, Santiago Abascal, que también votará "no" a la investidura de Sánchez, intentará desmarcarse del discurso de sus rivales del centro derecha hablando de situación de “emergencia nacional” en España y pedirá la abstención de PP o Cs antes que nuevas elecciones: "Sus programas son parecidos", han llegado a defender en varias ocasiones desde Vox.
Casado, "elegido" para la oposición
El Partido Popular, por contar con mayor representación en el Congreso, será el primer grupo de la oposición en intervenir, tras el discurso del candidato. Casado aprovechará su turno de palabra para dejar claro que el PP no puede abstenerse porque los españoles le han situado como "líder de la oposición" y los populares son la "alternativa" al PSOE. A su entender, Sánchez ha "elegido" a sus socios y con ellos debe gobernar, subrayan desde Génova.
"No podemos apoyar ni abstenernos", recuerdan fuentes del PP, a la vez que recalcan que "no estamos cerrados a acuerdos como ofertas de pactos de Estado". "¿Cómo vamos a creer a Sánchez si no ha dado ni un paso atrás en sus componendas con independentistas y radicales?", dicen en referencia al acuerdo de la socialista María Chivite para gobernar Navarra, sólo posible con la abstención o el apoyo de Bildu.
En esta línea, Teodoro García Egea, secretario general del PP, ha dicho a EL ESPAÑOL en una entrevista concedida con motivo del primer año de Casado como presidente que "los partidos constitucionalistas" no pueden "ser corresponsables de un presidente que hasta ahora ha demostrado no ser fiable". Y añade que el presidente en funciones ya ha elegido a sus socios, "aquellos con los que ha pactado en Badalona, Castelldefels, parece ser que en Navarra y a lo largo y ancho de España: ERC, CUP, PNV, Bildu...".
Rivera, anclado en el "no es no"
Desde las elecciones generales del pasado 28 de abril, Rivera sigue anclado en el "no es no". El líder liberal se afanará en presentar el proyecto de Sánchez como antagónico al suyo y en advertir de los "peligros" que acarrea para España un Gobierno con ministros de Unidas Podemos.
La de este lunes será la segunda vez que el líder de Ciudadanos debata con el candidato socialista en una sesión de investidura. La primera fue en 2016, en un contexto, con permiso de Rivera, antagónico. Entonces eran aliados y habían firmado el llamado Pacto del Abrazo: un acuerdo que ahora sumaría mayoría absoluta con 180 escaños.
Las relaciones entre el líder socialista y el dirigente liberal pasan por horas bajas, después de que este último rechazara participar en las rondas abiertas por el presidente para buscar apoyos o abstenciones, alegando que no tenía "nada que decirle". Una posición, el veto a Sánchez, que ha provocado la división interna del partido y dimisiones sonadas como la de Toni Roldán, Javier Nart, Xavier Pericay o Francesc de Carreras.
Al igual que Teodoro García Egea justificaba el "no" de Casado aludiendo al acuerdo de gobierno del PSOE con nacionalistas en Navarra, Ciudadanos hace lo propio. "El señor Sánchez nos tendría que haber apoyado en Navarra", dicen fuentes del partido. "Navarra ha votado otra cosa. Muchos socialistas no entienden que esté pactando con Bildu...", añaden las mismas fuentes.
El PSOE reclama "responsabilidad"
El Partido Socialista se ha dedicado, a través de sus caras visibles, a pedir públicamente la abstención tanto a PP como Ciudadanos. Pedro Sánchez, Nadia Calviño, Margarita Robles o Isabel Celaá, han reclamado "responsabilidad", esto es, que faciliten la investidura del líder socialista.
La última en hacerlo ha sido la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles. "Quiero hacer una llamada a la responsabilidad de todas las fuerzas políticas sin excepción", ha apuntado Robles, que ha defendido que España necesita "estabilidad y altura de miras" y por tanto todas las formaciones deben pensar "sólo en lo bueno para el país" y dejando al lado "intereses partidistas".
Tres años atrás, sin embargo, Pedro Sánchez se mantuvo en la postura que hoy día critica. El líder socialista se negó a considerar la abstención en la investidura de Mariano Rajoy y criticó al exdirigente popular: "La responsabilidad de que el señor Rajoy pierda la investidura es suya, de su incapacidad para poder articular una mayoría", dijo entonces.
Turnos del debate
El debate de investidura, que arranca este lunes a las 12.00 horas, comenzará con la intervención de Pedro Sánchez, que tiene tiempo ilimitado para exponer su programa de investidura.
Tras el líder socialista, el debate se reanudará a las 16.00 horas con la intervención de los grupos de la oposición. Cada uno de los ocho grupos parlamentarios contará con 43 minutos de intervención (30 de discurso, 10 de réplica y 3 de contrarréplica), en orden de mayor a menor representación: Casado, Rivera e Iglesias serán los primeros.
La duración de estos tres duelos determinará si el presidente de Vox, Santiago Abascal, entra a debatir con Sánchez en esta primera sesión o queda para la segunda ya que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha decidido en consenso con la Junta de Portavoces que a partir de las 20.30 horas no se iniciará ningún nuevo cara a cara, levantándose la sesión cuando se termine el que esté manteniéndose a en ese momento.