La reunión se está celebrando en un lugar secreto. De hecho, hasta las fuentes oficiales de Unidas Podemos dicen desconocerlo. Más allá de que sea esto verdad o no, lo cierto es que el equipo más cercano a Pablo Iglesias sigue insatisfecho y, en pleno receso para comer, rebaja cualquier expectativa de acuerdo: "Hay que ser prudentes porque no está habiendo apenas avances en las propuestas que hace el PSOE".
Esto significa que la nueva oferta que las fuentes de Moncloa advirtieron que llevaría hoy la vicepresidenta en funciones a su cita con Pablo Echenique no cambia en lo sustancial de aquélla que provocó la ruptura en directo de Iglesias con su supuesto "socio preferente" este lunes en el Congreso. A contra reloj, cuando quedan menos de 24 horas para la segunda votación, la cumbre entre socialistas y morados se ha encallado por la oferta "insatisfactoria" de Carmen Calvo.
Es decir, ministerios de nueva creación, todos ellos subordinados a los ya existentes, siempre en manos del PSOE, y una vicepresidencia hueca para Irene Montero. Las fuentes de Podemos insisten en que para eso no votan a favor de la investidura de Pedro Sánchez. Que es tanto como ser una mera decoración en el Ejecutivo y entregar los 42 votos afirmativos de los diputados del grupo confederal a cambio de nada.
No es por sillas
Desde Podemos quieren dejar claro que no es una pelea por las sillas, que si por eso fuera, el PSOE ya las ha concedido, sino por "hacer políticas que de verdad incidan en la calidad de vida de la gente". De hecho, consideran que el PSOE se ha quedado sin excusas y está obligado ya a ofrecerles competencias de verdad.
O lo que es lo mismo: tener competencias en Transición Ecológica, Vivienda, Trabajo e impuestos. Con lo que ministros de Unidas Podemos podrían, si no derogar la reforma laboral del PP, sí al menos eliminar "sus aspectos más perniciosos": impedir que se pueda subcontratar la actividad principal de una empresa -para darles derechos a las kelis-, recuperar la negociación colectiva -para reforzar el poder de los sindicatos-, y eliminar el abaratamiento del despido -para favorecer la estabilidad laboral, defienden-.
También implantar el largamente reclamado por Podemos impuesto a la banca "para recuperar de una vez al menos parte de los 60.000 millones del rescate financiero"; otro impuesto a las grandes fortunas; y "eliminar las exenciones y desgravaciones que hacen que las grandes empresas en este país no paguen lo que les corresponde por Sociedades".
"Hoy hay que concluir"
Además, Podemos recuerda que todo eso ya se firmó en el proyecto no nato de Presupuestos entre PSOE y los morados: darle poder a los Ayuntamientos para intervenir el mercado del alquiler y que puedan fijar precios máximos en "las zonas tensionadas"; y eliminar los "beneficios caídos del cielo" para las eléctricas que bajen efectivamente la factura de la luz "como mínimo para los más desfavorecidos".
Ésas son las áreas sociales en las que Podemos quiere tener poder, no sólo "coincidencia programática" con el PSOE. Porque no se fían de que luego esas políticas se vayan a llevar a cabo si no es por la iniciativa política de ministros de su formación. "Y por el momento no hay avances", insisten desde el equipo de Iglesias.
Los socialistas lo ven de otra forma. Aseguran que "han avanzado" en cuanto a "las propuestas" a sus interlocutores y les piden "una respuesta" porque "hoy hay que concluir en una dirección u otra" y "no hay más".
Es decir, que de las negociaciones en las próximas horas, antes del decisivo jueves, resultará un acuerdo de coalición o un segundo fracaso y con ello el inicio de un plazo de dos meses para evitar elecciones.