María Chivite será proclamada presidenta del Gobierno de Navarra este viernes con el apoyo de fuerzas nacionalistas y Podemos, y la necesaria abstención de Bildu. Según los dirigentes del Partido Socialista de Navarra, el pacto fue refrendado por un 89,34% de la militancia, que votó a favor de un “gobierno de progreso encabezado por la líder del PSN”, mientras que un 10,16% votó negativamente y un 0,5%, en blanco.
El PSN se niega, sin embargo, a aclarar cuántos afiliados del millar que tiene en Navarra participaron en la consulta del domingo. En la agrupación de Pamplona, a la que pertenecen 363 afiliados, participaron 110 (el 30,3%), según publicó Diario de Navarra. De ellos, 88 votaron sí al pacto de gobierno; y un total de 22 votaron en contra. No hubo ningún voto en blanco. Otras fuentes, sin embargo, aseguran a EL ESPAÑOL que no fueron más de 90 los que participaron en la consulta en la capital navarra.
La postura de los socialistas navarros ante la filtración es no facilitar datos y guardar silencio. Ramón Alzórriz, secretario de Organización del PSN, ha apagado su móvil ante la insistencia de medios regionales y nacionales. “Votaron muchos de los afiliados, que nos dejaron clara cuál es su postura”, se limitan a decir fuentes del partido en la Comunidad Foral.
El hermetismo de los socialistas ha incrementado las sospechas sobre un posible pucherazo electoral. Sobre todo, teniendo en cuenta que ese excesivo recelo que muestran a la hora de proporcionar los datos contrasta con el entusiasmo con el que airearon la rotunda victoria de los postulados de la dirección del partido. El mismo domingo, el partido celebró que los afiliados dieran “su apoyo a la conformación de un gobierno de progreso encabezado por la líder del PSN, María Chivite”, a la vez que se alegró de que la militancia respondiera “con el compromiso que siempre demuestra ante cualquier proceso interno”.
En las manos de Bildu
María Chivite sabe que depende de Bildu. En concreto, de sus siete parlamentarios en Navarra. El cuatripartito que gobernará la Comunidad Foral, compuesto por PSN, Geroa Bai, Izquierda-Ezkerra y Podemos, suman 23 escaños de los 50 que componen la Cámara Foral. Esto significa que sin abstención de los abertzales, Chivite no será investida presidenta. Y esa abstención, ratificada por las bases del partido este martes, no llegará a cambio de nada.
Pese a los esfuerzos de los socialistas navarros por asegurar que no se ha pactado con Bildu, Arnaldo Otegi ha explicado en un comunicado que la abstención de su partido no supone "dar un cheque en blanco", pero ha asegurado que se abstendrán en aras de "que no gobierne la derecha neofascista" y también para asegurar "una solución definitiva a la situación de las personas presas, exiliadas, deportadas".
En esta línea, Bakartxo Ruiz, portavoz parlamentaria de la formación abertzale, ha avisado de que la abstención se dará “por razones estratégicas” y que su partido será “la llave para condicionar las políticas” del Gobierno en Navarra.