La Navarra que viene: la presidenta Chivite tendrá que usar cascos para entenderse con sus socios
Tanto Uxue Barkos (Geroa Bai) como Bakartxo Ruiz (EH Bildu) han utilizado el euskera durante su discurso, una lengua que Chivite no habla.
1 agosto, 2019 18:00Noticias relacionadas
María Chivite, secretaria general del PSN-PSOE, se ha convertido este jueves en la protagonista del primer acto de su investidura como presidenta del Gobierno foral, un proceso que ha generado un duro cruce de críticas entre los partidarios tanto a nivel regional como nacional debido a la necesaria abstención de Bildu.
Esta primera sesión deja una curiosa imagen, la de la futura presidenta del Ejecutivo foral con los auriculares de traducción simultánea, ya que María Chivite, nacida en Cintruénigo, no habla euskera.
Ese desconocimiento ha provocado que durante los discursos de Uxue Barkos, líder de Geroa Bai, y Bakartxo Ruiz, portavoz de EH Bildu, la socialista haya tenido que echar mano de los traductores de la cámara para poder entender qué decían sus futuros socios de Gobierno –Geroa Bai- y el partido de Arnaldo Otegi, de quien necesita la abstención.
De hecho, en Navarra tan sólo un 6,7% de los ciudadanos utiliza el vasco de modo cotidiano. Así se desprende de un estudio de la Universidad Pública del País Vasco, que rebaja esa cifra al 2,9% en Pamplona.
Tanto Barkos como Ruiz han hablado en euskera y en castellano, pero cuando lo hacían en vasco Chivite recurría a los cascos que facilita el Parlamento.
Bildu: "Nos lo ha puesto difícil, señora Chivite"
Desde la tribuna, Bakartxo Ruiz ha pedido a Chivite, que analice si el acuerdo con Geroa Bai, Podemos e I-E es “amplio, incluyente, constructivo, sólido y a largo plazo”, y ha anunciado que su formación hará una oposición “contundente”.
En su intervención, Ruiz, quien ha recordado que “no se puede aspirar a configurar ningún tipo de alternativa a la derecha sin EH Bildu”, ha asegurado que la formación abertzale va a estar en la oposición. “En una oposición contundente cuando haga falta y constructiva cuando sea posible avanzar en determinadas cuestiones”, ha matizado.
En esta línea, ha anunciado que va a haber una oposición “de derechas”, la de Navarra Suma, y “una de izquierdas”, la de EH Bildu. “El Gobierno decidirá a dónde mira, a derecha o a izquierda”, ha apuntado.
En este sentido, ha asegurado que, sin diálogo, EH Bildu no va a tener vinculación con el acuerdo programático: “Si el PSN quiere hacer alarde de algo, que lo demuestre, las palabras se las lleva el viento”.
Además, ha criticado la “incapacidad” de Chivite a la hora de “soltar amarras con los dictados y las premisas del antiguo régimen” y ha hecho un repaso a la trayectoria de los socialistas, que a su juicio han posibilitado “veinte años de sometimiento a la derecha”.
“Nos lo ha puesto muy difícil, señora Chivite, tanto que una de cada cuatro personas que han votado en nuestra consulta interna han optado por el no a su investidura”, ha recordado, tras subrayar que “ese enfado y desconfianza” están presentes en su abstención.
Chivite, presidenta este viernes
La de este jueves ha sido la primera sesión de un proceso en dos actos, ya que la candidata socialista no ha conseguido los votos necesarios para obtener mayoría absoluta en el legislativo navarro, compuesto por 50 parlamentarios. Chivite ha obtenido 23 votos a favor de PSN, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, y 27 en contra de Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP) y de EH Bildu.
Los parlamentarios se darán cita el viernes y en esa ocasión, la candidata sólo precisa de mayoría simple, por lo que la decisión de EH Bildu de que cinco de sus siete parlamentarios se abstengan el viernes permitirá su investidura como presidenta con 23 votos a favor, 22 en contra (20 de Navarra Suma y 2 de Bildu) y 5 abstenciones (Bildu).