La desesperación no deja de crecer a bordo del Open Arms. Desde que el pasado 1 de agosto rescataran a casi medio centenar de personas, el número de embarcados en la nave ha seguido aumentando con más rescates y nadie quiere acoger a los 151 inmigrantes que esperan poder llegar a tierra. "Hemos pedido ayuda, pero nadie nos responde", cuentan fuentes de la ONG a EL ESPAÑOL. "Estamos abandonados en medio del mar".
La preocupación aún es más grande desde que este lunes se enteraron de que el miércoles llega un temporal al Mediterráneo Central. Habrá olas de más de dos metros.
"Hemos solicitado poder resguardarnos en aguas italianas o maltesas, pero tanto Italia como Malta nos han denegado la entrada", explican desde la ONG española. "Nos abandonan en medio del mar, en aguas internacionales. Ni siquiera podemos resguardarnos con todas estas personas".
Desde el barco, también explican que están creciendo las tensiones entre los inmigrantes. Aunque este lunes se ha evacuado a dos mujeres, un hombre y sus respectivas familias con problemas de salud en Malta, los otros 151 rescatados no tienen prácticamente espacio para descansar. En las últimas horas han tenido que habilitar otra zona de la embarcación para que pudieran tumbarse, pero se tendrá que cerrar cuando empiece el temporal.
La última petición del Open Arms se ha dirigido a la Embajada de España en Malta para que acepte acoger a los 31 menores. Entre ellos hay dos bebés y muchos viajan solos. "Todos ellos son solicitantes de asilo. Vienen de países -Eritrea, Somalia o Nigeria- desde los cuales se supone que tendrían que recibir asilo", explican.
"Todos los mayores y menores de edad han sido torturados, abusados, perseguidos y extorsionados durante mucho tiempo y ahora están en una situación absolutamente delicada después de jugarse la vida en el mar", añaden.
Según explican desde la ONG, este último ruego se ha expresado este lunes porque "por los cauces habituales nadie nos responde". Se ha pedido que sea la embajada en Malta porque es el territorio español más cercano y el barco espera ahora en aguas de responsabilidad maltesa.
El Open Arms no pide al Gobierno de Pedro Sánchez desembarcar en España. "Eso significaría cuatro días de travesía más, con todo lo que eso supondría", explican. Mencionan además la multa que les "amenaza" desde que partieron de aguas españolas.
Lo que sí reclaman es que el Gobierno español haga el encargo a la Comisión Europea que permita buscar un punto de desembarco para las personas que están abordo, puesto que la Comisión solo actúa a petición de uno de los países miembros. También piden que, una vez que se encuentre un puerto, se haga un reparto justo de los rescatados entre los países de la Unión Europea.
Ante las declaraciones de José Luis Ábalos, ministro de Fomento en funciones, en las que exige que "cada país asuma su responsabilidad en la zona que le corresponde", Open Arms señala que son un barco español y "algo de responsabilidad sí que tienen". "Si fuésemos un barco pesquero en aguas internacionales, el Gobierno sí que se encargaría de buscarnos un refugio y buscarían una solución", denuncian.
La UE, a la espera
Tras 11 días de inacción, la Comisión Europea anunció este lunes que estaba en contacto con los países miembros para explorar soluciones para los inmigrantes a bordo del Open Arms, aunque no ha iniciado todavía una coordinación porque ningún país se lo ha solicitado.
"No hay una coordinación formal todavía, pero los estamos contactando para ver la voluntad de los Estados miembros de mostrar solidaridad", añadió la portavoz comunitaria Tove Ernst reiterando el mensaje que la institución ya dio el pasado viernes.
La Comisión Europea recordó además que no tiene competencias para coordinar operaciones de rescate en el mar ni para indicar en qué puerto deben desembarcar a las personas rescatadas. También reiteró, como hizo la semana pasada, su llamada a los países para que encuentren una solución.