“El tiempo no pasa en balde”, ha deslizado la vicepresidenta del Gobierno en funciones antes de reunirse con las asociaciones LGTBI a orillas de Chueca. Mientras esperaba a Pedro Sánchez, Carmen Calvo ha descrito así su próxima propuesta: un programa “mejorado” con medidas de Unidas Podemos. Así tratará el PSOE de ablandar a Iglesias para que permita su Ejecutivo en solitario.
La coalición, ha insistido la vicepresidenta, ya no está sobre la mesa. Y la culpa -ha razonado- la tiene Podemos: “En julio, nosotros trabajamos con voluntad política. Íbamos en serio. Ellos no lo aceptaron”.
A modo de dardo, Calvo ha recriminado a Iglesias haber infravalorado la vicepresidencia y los ministerios que le ofreció Sánchez: “Muchos compañeros socialistas lo habrían considerado una suerte y un honor”.
Con el objetivo de ganar a Podemos la batalla del relato, Sánchez se reúne esta semana con numerosas asociaciones progresistas para, después, incluir sus reivindicaciones en el programa y presionar a Iglesias.
La segunda premisa de esta estrategia es “mejorar la oferta con una parte importante de medidas de Unidas Podemos”. Así lo ha explicitado Carmen Calvo. “Todas estas asociaciones y nosotros queremos un gobierno ya. Esperemos que no vuelvan a cerrar el paso a un presidente socialista”, ha enfatizado.
Calvo, que estos días ha desechado la coalicion debido a la “desconfianza” que le suscita Podemos, ha llamado a la “estabilidad”. No abre la puerta a elecciones por el coste electoral que les pudiera suponer, pero dice que no le preocupa la negativa de Iglesias a un Ejecutivo monocolor: “No todo es blanco o negro. Hay otras posibilidades”. De momento, no han encontrado ninguna.