El último escándalo en el Gobierno de Aragón ha durado menos de 24 horas. El pasado viernes, Podemos nombró a Bruno Pérez Juca como Director General de Administración Electrónica y Sociedad. Lo nombró, según explican en un comunicado, por "su excelente currículum profesional como experto informático y en ciberseguridad". Sin embargo, en cuanto se anunció este "fichaje", comenzaron las críticas.
Fue el portavoz de Ciudadanos en las Cortes, Daniel Pérez Calvo, el primero en alzar la voz. "El Gobierno de Javier Lambán y Arturo Aliaga nombra director general a Bruno Pérez", escribía en redes sociales. "Entre sus 'hitos' más recientes figura la organización de un encendido masivo de velas en 2017 para formar una inmensa estelada, en vísperas del referéndum del 1-O. Aún no asamos y ya pringamos".
Estos comentarios generaron la primera gran crisis institucional en el cuatripartito y obligaron a la dirección de Podemos a reunirse de urgencia. Menos de 24 horas después de nombramiento, ya habían anunciado el cese de Pérez Juca.
"La citada persona", explica un comunicado emitido por Podemos Equo Aragón, "no informó a los responsables del Departamento de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento de información relevante en cuanto a su actividad política pasada". Para la dirección del partido, ese hecho "quiebra la confianza que se depositó en él".
Al conocer su cese, Pérez Junca denunció ante la La Vanguardia la "falta de libertad ideológica y catalanofobia que existe en la Administración". "Nunca me preguntaron, porque tampoco podían hacerlo, qué ideología tengo ni a qué dedico mis pensamientos", aseveró.
Sin embargo, fuentes oficiales de la formación morada han explicado a este periódico que Pérez, "a pesar de ser un profesional de prestigio en su ámbito" no cumplió con los requerimientos de honestidad "que siempre se aplican con cualquier persona que se incorpora como fichaje". Además, es evidente que en una administración que preside Javier Lambán, significado como uno de los socialistas más beligerantes con el separatismo catalán -y en el que también participa el PAR-, la presencia de un militante y activista independentista era inviable.
Además, las citadas fuentes explican que la reacción de Pérez cuando saltó la noticia no fue honesta porque trató de "admitir sólo a medias" los hechos y de ahí la "pérdida de confianza". En un ámbito tan sensible como el separatismo catalanista dentro de un gobierno de coalición que reúne a cuatro formaciones distintas, en Podemos Aragón no querían arriesgar la estabilidad por un caso puntual de un cuadro técnico fichado por su currículum, no como político.
Pérez Junca había empezado a realizar "creaciones artísticas" con vela en 2012. Después, participó en la organización y montaje de varias banderas independentistas. Según sus declaraciones, con sus proyectos trataba de ayudar a chicos discapacitados.