En pleno enfrentamiento entre ERC y JxCat, con Quim Torra sugiriendo que Roger Torrent debe investir a Carles Puigdemont presidente de la Generalitat si el fallo del procés resulta condenatoria, y mientras se conoce que las cifras de inscritos para la Diada del próximo 11 de septiembre por ahora indican una asistencia de 100.000 personas menos, el expresidente huido se pone a bailar. Mientras, su exvicepresidente, Oriol Juneras, sigue en prisión a la espera de su sentencia.
Puigdemont ha convocado un acto en el Atomium de Bruselas este domingo, en el que ha reunido a unas decenas de personas y se ha subido a un cajón forrado de esteladas a dar un discurso. Posteriormente, ha bailado una sardana junto a los exconsellers Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret.
El exlíder separatista ha llamado a la unidad del independentismo leyendo un manifiesto y ha asegurado que "la unidad como pueblo es mucho más grande, mucho más sólida, que la unidad meramente política" y ha pedido que la Diada muestre "la voz del pueblo cívicamente alzado contra la injusticia y la represión".
"Estado intolerante"
Además, ha reclamado que todos los actos de la Diada reivindiquen la independencia para "hacer posible a un país que se decida entre todos". Finalmente, Puigdemont ha arremetido contra el Estado al que ha calificado de "intolerante y alérgico a la disidencia".
En un acto con motivo de la Diada frente al Atomium de Bruselas organizado por la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y el Casal Català de Bruselas, ha afirmado que "la única manera de revertir derrotas es acumular victorias", y ha reiterado que debe ser en la unidad.
En el acto participaban los exconsellers Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret, y ha habido actuaciones musicales de los Dansaires del Penedès y la Cobla Ressò, al ritmo de las que los políticos fugados han bailado sardanas junto con los asistentes.