El Rey Felipe VI certifica el bloqueo. Tras la ronda de consultas con los líderes políticos de las formaciones con representación parlamentaria, el monarca ha decidido no proponer a Pedro Sánchez (PSOE) como candidato a la investidura. Felipe VI ha comunicado esta decisión a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
De esta forma, la repetición electoral se acerca inexorablemente y el 23 de septiembre, salvo un nuevo giro de última hora, las cortes quedarán disueltas, tal y como recogen las previsiones constitucionales. Las nuevas elecciones generales, las cuartas en cinco años, se celebrarían el domingo 10 de noviembre.
La Casa Real ha comunicado su decisión a través de un escueto comunicado en el que especificaba que el Rey "ha constatado que no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza".
El comunicado explica que, de acuerdo con lo expresado el pasado 12 de septiembre en la convocatoria de esas consultas, ha trasladado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet que no formula una propuesta de candidato, "todo ello a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución".
Este artículo, en su apartado 5, establece que si transcurrido el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura (en este caso el 23 de julio) ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el rey disolverá ambas cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del presidente del Congreso.
El comunicado de la Casa del Rey no hace referencia en ningún momento a la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones, aunque sí cita ese artículo 99 en el que se establece esa previsión constitucional.
El texto hecho público por Zarzuela es prácticamente idéntico al que emitió la Casa del Rey el 26 de abril de 2016, cuando tras el fracaso de la última ronda de contactos que mantuvo entonces tras los comicios del 20 de diciembre de 2015, hubo que repetir las elecciones el 26 de junio.