"Nosotros sí sabemos y sí podemos" fue una de las frases más aplaudidas del discurso inicial del acto en el que Íñigo Errejón, el deseado (y desaparecido), se iba a dejar mecer por las ovaciones y la proclamación.
Eran unas 1.000 personas las que abarrotaban el auditorio del sindicato, otrora hermano del PSOE. Y cuando Íñigo bajó las escaleras fue recibido en una ovación caliente y con tímidos gritos de "¡presidente, presidente!". La cosa empezó con 20 minutos de retraso... pero el líder acabó hablando 10 minutos antes de lo previsto.
Después de votar abrumadoramente con tarjetitas verdes que sí, que "ante la situación de bloqueo que impide un gobierno progresista, ecologista y feminista, hemos decidido que concurrimos a las elecciones generales, que proponemos que Íñigo Errejón lidere una candidatura con presencia mayoritariamente femenina, y convocamos a otros territorios para establecer alianzas en las circunscripciones en las que no se perjudique a la izquierda para luchar contra la abstención"... después de eso, Errejón tomó la palabra.
Agradeció a la UGT la acogida -"es un orgullo"-, a la militancia -"hace poco hicisteis una campaña heroica"- y a Manuela Carmena -"la que será siempre nuestra alcaldesa de Madrid"-... y ella se llevó la mejor ovación de la tarde.
"Estas elecciones no deberían suceder, son las segundas en seis meses, las cuartas en cuatro años... fue la irresponsabilidad de quienes no supieron llegar a un acuerdo la que nos trae aquí, y no deberíamos estar".
"No ha bastado que haya mayoría de votos progresistas", dijo Errejón, "hace falta que lleguemos los que sí ponemos como objetivo fundamental salir del bucle, es fundamental vencer a la abstención, y que nadie se quede en casa". Porque "nos decepcionaron los que nos habían pedido un esfuerzo para parar a las derechas y luego bloquearon la solución".
A las 19.33 dijo las palabras clave: "Os agradezco la confianza y estoy dispuesto a encabezar una candidatura a las elecciones generales". Desde las gradas lo acababa de acusar de "dividir a la izquierda: "¡Esto es una vergüenza! ¡Tú has dividido a la izquierda!". Y el candidato aclamado admitió "esto no va a ser fácil, ya lo estáis viendo".
Los compromisos
Errejón, eso sí, no se hizo el sorprendido de las conclusiones leídas antes por sus teloneros. Llevaba un discurso aprendido y muy elaborado. En él, lanzó tres compromisos basados en que "primero va el país y después las siglas".
El primero, que se presenta "para enjugar el enfado, y atacar la abstención". Y que lo hará "exclusivamente donde no hagamos daño al bloque progresista", incluso pidiendo el voto para "otras fuerzas progresistas, transformadoras y de izquierdas" donde no se pueda sumar. Y proponiendo alianzas para "ir con la Chunta, con los compañeros de Equo, y agradecer la decisión de Compromís"... además de proponer "una plataforma transversal a todas las fuerzas progresistas y transformadoras de este país"
El segundo compromiso será "salir del bucle". Porque para el líder de Más País, "lo revolucionario es la responsabilidad". En un mensaje velado a su examigo y secretario general de Podemos, admitió que él "no es el más duro, ni el que se pondrá más valiente". Dijo Errejón que pondrá "antes que nada" la necesidad de que haya un gobierno progresista. "El problema no ha sido el número de papeletas, sino la irresponsabilidad de quienes lo bloquearon".
Porque según Errejón, en política "hay que madurar, ser pragmáticos, porque lo mejor es enemigo de lo bueno". Admite que lo que se va a lograr en noviembre, según él, no será "ya la solución verde, justa y feminista que queremos, pero es el comienzo".
Y tercero, "concurrimos para reconstruir el acuerdo entre españoles y españolas, entre territorios", entre clases. "tenemos que dar ejemplo, reconstruir el contrato social y hacer país".
Los teloneros
Gabriel Ortega, concejal de Más Madrid en Móstoles, fue el telonero: "Siento mariposas", dijo, "y no queremos esperar a que dos tipos que se caen mal se tomen unos gintonics e intimen para tener Gobierno". Así que, "si estamos enfadados, vamos a llegar los que sí sabemos y sí podemos ganarle al bloqueo y la abstención".
Ése es el mensaje constantemente repetido en los discursos armados por el equipo de comunicación de Errejón. "No perderemos ante la abstención, no nos ganará, la gente está por delante del partido"... Y si alguien pensaba que los rivales son Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, sus nombres no se pronunciaron una sola vez en el acto. Sií los de Pablo Casado y Albert Rivera: "Casado pensaba que la abstención lo llevaría en caballo a la Moncloa, y no vamos a permitir que la derecha vuelva a ganar este país".
Comenzó a hablar el representante de los colectivos, él mismo miembro del LGTBI+. "Hay un acuerdo muy amplio de que no podemos presentarnos a las elecciones con un cabeza de lista distinto que Íñigo Errejón. Queremos una lista con mucha presencia de mujeres, y con visibilidad de personas LGTBI+ y concretamente de personas trans".
¿Y dónde presentarse? "Hay un amplio consenso en que debemos presentarnos más allá de Madrid, en los territorios en los que tengamos garantía de sumar".
La representante de los distritos intervino después para apoyar la "unanimidad para impulsar a Íñigo Errejón... no vemos otro candidato". Junto a ello, que la lista que lo acompañe "esté compuesta mayoritariamente por mujeres en puestos relevantes". Y, por supuesto, lo mismo pasó con las circunscripciones a las que ir con la candidatura: "En las que la izquierda pueda sumar".
Tanto era todo lo mismo y tan previsible era toda la ceremonia -incluso con la misma terminología-, que el tercer interviniente, el representante de los municipios, introdujo su discurso haciendo de la necesidad virtud: "Somos muy diversos aquí, pero pensamos lo mismo... eso es muestra de lo claro que lo tenemos en Más Madrid". El aplauso autojustificativo del auditorio lo animó a seguir con su discurso: "Yo no sé vosotros, pero no quería seguir mirando laSexta Noche viendo cómo otros deciden el futuro de nuestro país".
La patada de Rubiño
Antes de la presentación de las conclusiones de los grupos sectoriales, los distritales y los municipales -muestra de la característica absolutamente local de la formación de Errejón- había hablado una de las cabezas pensantes de Más Madrid, Eduardo Rubiño.
"Nos han bloqueado, pero esto no es un juego... Así que daremos una patada en el tablero que cambie las reglas de ese juego que no se esperaban". Rubiño enardeció a las masas. "Fuimos capaces hace ocho meses, y lo vamos a ser ahora. Es una decisión nada fácil, querríamos haberla tomado con más tiempo, a sólo 45 días de ir a las urnas... En política las circunstancias no las elegimos, querríamos haber tenid órganos formales, pero demostramos madurez asumiendo el reto, más que partidos con muchísimos años de historia".
Era Eduardo Rubiño, el de "todos juntos, todas juntas y todes juntes". Él introdujo el proceso participativo de la asamblea. "ahora vienen las conclusiones de los procesos de estos días, tan acelerados; luego habrá una resolución y la votaremos... estemos orgullosos de nuestra familia, de este espacio político, de nuestra madurez".