"A diferencia de Ciudadanos o de Podemos, que en algún momento han pedido la investidura de Sánchez, nosotros no". El presidente de Partido Popular, Pablo Casado, no tiene atisbo de dudas: la estrategia de cara al próximo 10-N pasa por consolidar su partido como la única opción viable para el futuro de España. ¿Cómo? Erigiéndose como "la alternativa" a Sánchez.
Así lo ha dejado claro el líder popular durante su intervención este martes en el III Congreso Bienal Iberoamericano organizado por el Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI). Por eso, la opción de hacer una gran coalición entre PP y PSOE a la alemana está descartada.
"En un posible gobierno de convergencia de, por ejemplo, PSOE, Cs y PP, lo que quedaría fuera como alternativa y oposición serían Vox y Podemos. Y no creo que sea bueno para un país como España", ha comentado Casado. "Es que en Alemania quien quedaba fuera era el partido liberal [FDP] y Los Verdes, no Podemos y Vox. Y en el Reino Unido el que quedaba fuera era el Partido Laborista, no el UKIP".
No es algo baladí para el presidente de PP. Porque, según defiende, su partido es "la oposición, pero también la alternativa. Así ha sido durante los 40 años de democracia".
Pactos de Estado, sí
Sin embargo, desde que Casado alcanzó la presidencia del PP, la propuesta de una gran coalición de facto ha estado varias veces sobre la mesa en aras de dotar de estabilidad a España. En los últimos meses, el popular ofreció más de cinco pactos de Estado.
En la primera reunión en Moncloa entre Sánchez y el recién nombrado líder del Partido Popular, elegido apenas unas semanas antes, Casado le tendió la mano en asuntos de Estado. Allí, según cuentan los populares, el presidente del Gobierno no aceptó su oferta y comenzó con la ronda de contactos en Cataluña que derivaron en el polémico documento de 21 medidas exigidas por Torra.
En el verano de 2018, el PP ofreció unos presupuestos consensuados entre socialistas y populares y el apoyo de la mayoría absoluta del PP en el Senado para la aplicación del 155 si se avenía a renunciar a la vía del diálogo con los independentistas. Aunque también es cierto que, en los últimos meses, cuando algún barón del partido como Feijóo propuso una gran coalición, Casado ya había dicho que no.
Cataluña
Por otro lado, Casado ha aprovechado su intervención de este martes 1-O para pedirle a Sánchez que intervenga las cuentas de la Generalitat de Cataluña a través de la Ley de Estabilidad Financiera. A sus ojos, la actitud del presidente en funciones "no es creíble". También ha reclamado que el Gobierno tome ya medidas para aplicar hasta seis leyes en Cataluña. Además de la ya mencionada, el dirigente se ha referido a la leyes de Seguridad Nacional, General Penitenciaria, de Acción Exterior y la ley Audiovisual. "El Consejo de Ministros tiene que pasar del mitin a la acción".
"Sánchez, además de amenazar a Quim Torra, tiene que romper con él. Si quiere ser creíble, rompa sus acuerdos con los independentistas en 40 municipios y en instituciones tan relevantes como la Diputación de Barcelona", ha exigido el presidente del PP. "Sánchez ya está tardando en recurrir las resoluciones aprobadas por el Parlament el pasado jueves".
Ahí radica la mayor diferencia entre ambos partidos. Para Casado, ellos sí son creíbles porque "ya lo han aplicado". En cambio, Sánchez, "que tiene la legitimidad de una moción de censura, que fue investido por Quim Torra y por Junqueras", no. "No parece lógico que quien le debe el cargo a los independentistas vaya a poner orden contra los independentistas".