La ciudad "está colapsada". Así de tajante se muestra el Ayuntamiento de la capital, que culpa al Gobierno central de "no hacer nada para remediarlo". Desde que se estrenó 2019, 35.000 inmigrantes han llegado a la Comunidad de Madrid "en busca de asilo". Una cifra que sobrepasa ostensiblemente los 20.700 catalogados durante todo 2018. Cursar sus solicitudes es competencia de Sánchez. "No actúan, les atendemos nosotros y llevamos muchos meses sobrepasados", relata la vicealcaldesa, Begoña Villacís.
Interior y Trabajo son las dos carteras que deben coordinarse para evaluar las peticiones y atender a estos inmigrantes. Al no hacerlo, y debido al "estado de vulnerabilidad" de muchos de ellos, se les deriva a los servicios de emergencia municipales. La actuación de los consistorios, el de Madrid a la cabeza, tiene que ver, principalmente, con el cobijo y el alojamiento. "Aunque entran y salen de los albergues, llegan miles y miles... Cada vez más rápido. No damos para más, de verdad", reseñan las fuentes municipales consultadas. Mientras, "Interior tarda diez meses en concederles la primera cita".
Ayuntamiento y Comunidad de Madrid -ambos mermados por la "incomparecencia" del Gobierno- han unido fuerzas para exigir a los socialistas "un cambio de actitud": "¡Y que sea pronto! No podemos seguir así". Villacís muestra su incredulidad: "Este es Sánchez, el del Aquarius".
La concejalía de Igualdad y Bienestar Social de la capital, asignada a Ciudadanos en la distribución de responsabilidades pactada con el PP, ha pedido a Interior "una reunión urgente" para agilizar y diseñar soluciones. De media, el Consistorio atiende a 27 personas cada día, todas ellas debido a "la inacción" del Gobierno. La mayoría de los peticionarios de asilo, según ha contrastado este periódico, provienen de Venezuela.
Según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), sólo treinta de cada mil inmigrantes logran el estatuto de refugiado en la oficina municipal. La Comunidad de Madrid, al ser Barajas la principal vía de acceso, es la región más desbordada. "De verdad, la situación es extrema", recalca Villacís.
Desde el pasado marzo, el Ayuntamiento ha atendido a más de 4.000 personas. El 23 de septiembre, la concejalía habilitó un recurso adicional de cien plazas, que se agotó en tres días. Aunque para muestra, este botón: en los últimos días, "el SAMUR ha tenido que negociar con un hostal privado la acogida de un par de familias con niños pequeños".
Las fuentes del ministerio del Interior consultadas por este diario arguyen que el programa informático con el que trabajan "está muy anticuado" y que ya han potenciado la dedicación asignando esta tarea a funcionarios interinos. De sus palabras se desprende que hablan de una problemática "heredada".
El desafío, lejos de aminorarse, sigue creciendo. 2018 acogió el récord de solicitantes de asilo -datos de CEAR- y 2019 va camino de hacer lo propio. "El Gobierno está tardando diez meses en conceder la primera cita".
"En situación de vulnerabilidad"
Esa espera, describen en Ciudadanos, sitúa a estas personas en una suerte de limbo. El Ayuntamiento, "tirando de imaginación y flexibilidad", procura satisfacer sus necesidades más perentorias, pero la ineficacia de Interior les priva, por ejemplo, de poder encontrar trabajo.
"Un número importante de los solicitantes llega en situación de vulnerabilidad", apuntan desde Ciudadanos. El Consistorio reconoce que ya dedica recursos destinados a otros colectivos, como la gente sin techo: "La gestión se agrava por momentos y si el Gobierno no hace nada...".
Además, el tipo de atención que se está dando es mucho más prolongada de lo que generalmente se estipula: ronda los noventa días. "Nuestra red tiene 4.000 plazas. Cien más ahora que la hemos ampliado. Entran y salen, pero llegan miles y miles. No podemos más", narra otro portavoz de Ciudadanos.
¿Y la interlocución con el Gobierno? "Es constante, pero no ha servido de nada. Ya en julio alertamos seriamente a la secretaría de Estado de Inmigraciones. Por eso acabamos de enviar una carta. Esperamos respuesta".