Ésta es una nueva versión editada de una información incompleta y, por tanto, errónea. Más País, a través de una fuente oficial, ha remitido a este periódico un nuevo documento, la 'Carta financiera' de la formación, que sí incluye expresamente "limitar su sueldo" y que "éste no será mayor a 3 salarios mínimos interprofesionales (SMI) en 14 pagas".
A Íñigo Errejón le está costando llenar de contenidos, estructuras y nombres su lanzamiento a nivel nacional. Más País ha sustituido a Más Madrid en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior, pero la realidad es que todavía no lo es. No tiene ejecutiva, carece de estatutos elaborados, y el código ético de la nueva fuerza de la izquierda es una copia directa del que se elaboró a marchamartillo paras su germen local en mayo pasado.
Ese elemento clave en el mensaje que envió el partido en el que nació a la opinión pública y que abandonó en enero sí que existe. Podemos presumió desde su alumbramiento de sus garantías democráticas, participativas, de la transparencia de sus cuentas y las de sus líderes... y, sobre todo, de los límites: los de mandatos, ocho años, prorrogables a 12 en casos excepcionales; y los salariales, un máximo de tres salarios mínimos (SMI).
Más País tiene un Código Ético. Y éste es en algunos aspectos más garantista que el de Podemos, pero Errejón ha cambiado de sitio la referencia a los límites salariales. Lo ha localizado en su "Carta Financiera", que lo prevé expresamente. Además, este documento explicita la "valoración reglamentaria" de una mejora para "aquellas personas que tuvieran responsabilidades de gobierno, hijos/as o personas dependientes a su cargo, o si se diera alguna otra situación de excepcionalidad".
Y, aunque el Código Ético renuncia textualmente a la financiación de los bancos -igual que su hermano mayor morado-, el nuevo partido sí que se abre a las "donaciones privadas". Con un "tope estipulado", dice el texto al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, si bien no lo detalla.
Es verdad que no es lo mismo presentarte a unas elecciones autonómicas de la mano de una alcaldesa en ejercicio, que ir solo por todo el país. Eso explica muchas de las disfunciones de estos días: ha habido quejas de los inscritos por el mal funcionamiento de la web para ratificar las listas electorales presentadas -es decir, las primarias sin competencia-, y las asambleas se han titulado como "abiertas" porque, por ejemplo en la que proclamó al líder, no había capacidad de aplicar un censo efectivo para la ceremonia.
Las "donaciones privadas"
Y sobre todo, es muy distinto que un partido político apoye a un líder que ser un líder sin partido... montándolo a marchas forzadas, con poco o nulo presupuesto. Y eso explicaría, por ejemplo lo de las "donaciones privadas". Más País está financiando esta campaña oficialmente por la misma vía por la que lo hace Podemos, los microcréditos de sus simpatizantes: un dinero que se devolverá a la vuelta del 10-N con las subvenciones públicas que se cobren por cada escaño conquistado.
De ahí la obsesión del errejonismo por presentarse en Barcelona: es la vía más plausible para alcanzar el 5% de cuota electoral a nivel nacional que le daría grupo parlamentario más allá del número de diputados que logre. Los pagos públicos a una candidatura pueden llegar a multiplicarse por tres si logra grupo propio en Congreso. Y el económico es el mayor escollo que hoy dificulta los pasos de Más País.
Y es que el exfundador de Podemos, en realidad, cuenta esencialmente con su carisma e indudable atractivo político a su favor. Y sus más estrechos colaboradores, aunque en estos días no se termine de saber quiénes son ni cuánto durarán a su lado, tras la espantada de Clara Serra, que hace sólo cuatro meses era su mano derecha. Una de las razones que aducía en la carta abierta en la que anunciaba su dimisión fue, precisamente, que el empeño a toda costa de poner lista de Más País en Barcelona "enfrentándose a Ada Colau" demostraba que "quizá no era el momento" de que Íñigo diera el salto.
La falta de programa
¿Que Más País no tiene programa? Las fuentes de la dirección consultadas alegan que los demás partidos tampoco lo han presentado aún. Y es cierto. Si acaso, podríamos decir que el PSOE no tiene ya mucho más que contar, después de vender sus 370 medidas para un gobierno progresista a la vuelta de verano como una revisión mejorada de su documento del 28-A. Salvo, claro, los ases que se va sacando de la manga el presidente en funciones gracias a su manejo de los resortes del poder.
El caso es que el morbo de su amenaza al caladero de Pablo Iglesias alimenta las ansias de la prensa y del electorado, ávido de poder comparar proyectos. Las fuentes de la dirección de Más País consultadas insisten en que se está elaborando. Pero sus mensajes "ecologistas, progresistas y feministas" del día de la proclamación no diferían en nada de los de Unidas Podemos. La única diferencia fue el desacomplejado uso del marco nacional y de la palabra España.
Y lo cierto es que el Código Ético -que no tendría un pase en las pruebas de plagio por las que se descubrieron las irregularidades en las tesis doctorales si uno lo compara con el de su germen, Más Madrid- tampoco pasaría los porcentajes del Turnitin si se confrontara con el Documento Ético aprobado en el Vistalegre II, ése que perdió Íñigo contra Pablo y terminó por separar sus direcciones políticas. Pero sí tiene aportaciones originales.
Cloacas y dinero B
Por ejemplo, Errejón copia letra a letra a Iglesias en el caso de implicación de los miembros de su partido en causas judiciales pero se muestra más exigente y exige "el compromiso de renuncia al cargo en caso de ser imputado/encausado (tras apertura de juicio oral), procesado o condenado por las faltas y delitos que choquen con la Declaración de los Derechos Humanos". Podemos sólo lo contempla cuando haya "procesamiento o condena".
Y en lo tocante a la financiación de la formación, Más País se abre a las "donaciones privadas", como decíamos, pero renuncia expresamente las "donaciones particulares que puedan coartar la independencia de la candidatura". Además, contempla de manera explícita que los miembros del partido financien "a otras entidades de forma coherente con este código ético y sus valores" para "fortalecer el tejido asociativo", advirtiendo de que esto no genere "relaciones de clientelismo".
La Carta Financiera es la que especifica que es el resto que supere los tres SMI de cada sueldo o asignación pública lo que debe dedicarse "a las plataformas ciudadanas, fuerzas políticas de referencia o iniciativas y proyectos impulsados desde la sociedad civil que mejoren la vida de los ciudadanos de nuestro país, en función de los acuerdos que se establezcan reglamentariamente".
Pero lo que es más evidente: a pesar de haberse personado como acusación popular en los juicios por la presunta financiación irregular del PP, y pese a las acusaciones recibidas en carne propia de haberse alimentado ilegalmente de fondos procedentes de regímenes extranjeros tiránicos como el de Venezuela o el de Irán -informaciones que hoy están en la Audiencia Nacional en el llamado caso Villarejo y que Iglesias utiliza en sus mítines como el "caso cloacas", el documento de Podemos no dedica ni una mención al dinero B...
El que sí lo hace es pero Errejón, quien incluye en su códico ético que "se introducirán sanciones efectivas en caso de financiación irregular".