¿Y ahora qué? Ésa es la pregunta que se plantean miles de españoles una vez se ha conocido la sentencia del Tribunal Supremo que juzgaba la proclamación unilateral de la independencia catalana. Los doce dirigentes independentistas procesados ya conocen sus penas, pero el conflicto político continúa. Y no sólo en la comunidad autónoma, sino en el resto del país: los ciudadanos no se ponen de acuerdo sobre cuál sería la solución idónea para Cataluña.
El 41,2% de la población prefiere que el Gobierno en funciones aplique ya el artículo 155 de la Constitución, para que las instituciones catalanas estén obligadas a obedecer al Estado mediante, en la práctica, la suspensión temporal de su autonomía. Pero el 38,2% opta, en cambio, por que Pedro Sánchez y su Consejo de Ministros negocien un nuevo estatuto de autonomía para Cataluña con la Generalitat de Quim Torra.
Así lo refleja la última encuesta de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, realizada en las siguientes doce horas a la publicación del veredicto de la Sala Penal del Tribunal Supremo. También emergen otras opciones, pero respaldadas minoritariamente: el 11,2% de los españoles quiere otorgar la independencia catalana, directamente; el 4,7%, que siga la situación actual y todo continúe igual, y el 4,6% no contesta o no sabe qué decir.
Donde sí se encuentra un gran consenso nacional es sobre si Cataluña debería ser un estado independiente. El 85,7% de los ciudadanos encuestados lo rechaza. Tan sólo el 12% opina que sí. El 2,4% no tiene una opinión formada al respecto.
El centroderecha, por el 155
Con los datos segmentados por opciones políticas, todos los partidos se muestran mayoritariamente a favor de una de las soluciones propuestas para el conflicto catalán. Pero no todos los votantes lo hacen con la misma fuerza: quienes optarán el próximo 10-N por el bloque de centroderecha, manifiestan ampliamente su preferencia por el 155. Los electores de izquierda no lo tienen tan claro, pero les convence más que se negocie un nuevo estatuto.
Consecuentemente, la medida favorita de todos los votantes de los partidos independentistas catalanes —ERC, PDeCAT y CUP— es la independencia. Pero entre las filas de ERC habita un 16,95% que vería con buenos ojos la negociación de un marco normativo diferente para Cataluña como solución del conflicto actual.
Los electores socialistas consideran, en un 51,15%, que un estatuto de autonomía es el siguiente paso a seguir por el Gobierno de España. El 32,45% de los votantes del PSOE piensan que la mejor opción es, en cambio, la aplicación del 155. También hay quien se decidiría por otorgar la independencia directamente —el 3,6%— o por mantener el statu quo actual —7,45%—. No opina el 5,3%.
En Unidas Podemos y Más País se comparten los criterios. El 59,75% de quienes escogen la papeleta de la formación confederal de Pablo Iglesias y el 58,8% de quienes apoyan el nuevo partido de Íñigo Errejón desea un nuevo estatuto catalán. La siguiente solución favorita es la independencia para el 24,1% y el 23,2% de los votantes de UP y Más País, respectivamente.
La aplicación del artículo 155 de la Constitución triunfa entre los electores de PP, Ciudadanos y Vox. Se expresa así el 78,2% de quien apoya a Pablo Casado; el 68,6% de quien vota a Albert Rivera y el 83,25% de los seguidores de Santiago Abascal. Además, en los tres partidos se rechaza rozando la unanimidad que Cataluña sea un estado independiente.
De manera diferente reacciona la izquierda. Los votantes de Iglesias se dividen prácticamente por la mitad: el 40,8% sí opina que la comunidad catalana debería ser un país diferenciado de España, frente al 51,6% que opta porque no sea un estado soberano.
Los seguidores de Errejón tienen dudas, pero el 67,8% se inclina por no otorgar la independencia catalana. El sí 23,2% cree que debería ser otro estado.
Finalmente, en Ferraz el criterio es también unánime. El 90,5% no cree que Cataluña debería ser un estado independiente. Únicamente el 6,4% de los votantes socialistas se muestra a favor.
Ficha técnica
Para el análisis, SocioMétrica ha seleccionado y tabulado un total de 3.690 encuestas válidas, usando un panel online de EL ESPAÑOL en el que existen todos los segmentos sociodemográficos y sociopolíticos posibles.
La tabulación se ha realizado en dos fases: (1) usando una submuestra que optimiza dicha representatividad, eliminando cuotas sobrerrepresentadas y (2) aplicando un equilibraje estadístico cruzado por iteracción en las variables sexo, edad, situación laboral y recuerdo de voto, de tal manera que la submuestra de estudio representa con fidelidad > 95% a la totalidad de españoles.
Por votantes, se ha entendido un promedio entre el recuerdo de voto a cada partido, y la intención de votarle en las próximas elecciones. Más País y la CUP, sólo intención de voto.