Las críticas de Partido Popular y Ciudadanos son complementarias a las de Jupol, el sindicato mayoritario de la Policía nacional. Esta agrupación de agentes recrimina al Gobierno socialista haberles dejado "desprotegidos" frente a la escalada de violencia. Mientras, Rivera y Casado achacan esa inacción al "tacticismo político" con el que se conduce Pedro Sánchez. También cuando se trata de una crisis de violencia.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desveló su parte de situación este domingo: "Se trata de un problema de orden público". Esa premisa circunscribió toda su intervención. De ahí que la Policía no comprenda la contención que se les ordena. Si de mero "orden público" se tratara, los GRS de la Guardia Civil -de momento sin actuar en la calle- podrían haber contribuido a evitar el balance oficial: 288 agentes heridos y sólo 194 detenidos.
Ahí entra la crítica de Casado y Rivera, que dibujan a Sánchez como "rehén" de sus "alianzas estratégicas" con el separatismo. Además de los pactos puntuales, como el de la Diputación de Barcelona, se refieren a lo que "está por llegar". Si la dinámica de bloques se mantiene, el líder socialista se vería obligado a seducir a PP y Cs o a... reeditar su mayoría de la moción de censura.
El diagnóstico que hacen en Génova, 13 y en Alcalá, 253 no coincide en absoluto con la reducción de la crisis catalana a ese "problema de orden público". Conciben la escalada de violencia como una maniobra orquestada por parte del movimiento separatista, preparada para estallar en cuanto se conociera la sentencia del procés. Además, reiteran, si sólo fuera "orden público", la respuesta policial a la crisis debiera haber sido proporcional al "desorden".
Jupol, de momento, ha anunciado en un comunicado que llevará a los tribunales a Marlaska y a sus principales colaboradores por dejar a la Policía a la intemperie: piden más material antidisturbios, preguntan por qué no se dejó actuar a quienes lo solicitaron a pesar de no estar de servicio...
"La gravedad de las lesiones de los Policías heridos y la falta de coordinación y de medios que nos ha llevado a esta situación, nos ha llevado a solicitar la dimisión del ministro del Interior", reza el escrito.
Casado, también el domingo, se manifestó en contra de la tesis que intenta hacer valer el Gobierno de Sánchez: "Su proyecto se ha agotado. Hace a los catalanes rehenes de su compromiso con los independentistas; por eso no actúa frente a Torra".
José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, lo arguye de esta manera: "No se vuelvan a equivocar de adversario. Dejen de buscar excusas y apliquen la Constitución [...] Aplicar la ley no depende de la aceptación social".
En esa "aceptación social" estriba la clave de bóveda de las críticas complementarias que unen a PP y Cs con el sindicato policial: esa suerte de equilibrismo que diagnostican en un Sánchez que antepone su estrategia a la solución del conflicto.