Pablo Casado ha clausurado la interparlamentaria del PP en Alicante criticando las promesas y las cuentas que no salen de Pedro Sánchez "ante esa crisis económica que ya ni él mimo niega". Para el líder del PP lo más grave no es "que reconozcan que no pueden hacer nada para evitarla", sino que "ya nos han advertido desde Bruselas de que sus planes no cuadran".
Casado ha recordado que "la última vez que esto pasó nos costó tres millones de empleos" y que "los abuelos tuvieran que acoger a sus nietos desahuciados en casa a cargo de sus pensiones". Es más, ha recordado que "también costó la quiebra de la Seguridad Social, la subida del recibo de la luz en un 40% y la congelación de esas pensiones, el recorte del sueldo de los funcionarios y un déficit enorme que encima ocultaron".
El presidente popular ha llamado la atención ante "el irresponsable que tenemos en el timón". Y ha recordado que los partidos que firmaron este viernes un manifiesto a favor de la autodeterminación de Cataluña "son sus socios". Y que eso es loq ue está desviando el foco de lo que importa, de cara a los españoles y a las elecciones del 10-N.
La calidad democrática
Casado ha clamado por el apoyo en las urnas de los españoles para el PP porque "no hay salida de izquierdas a la crisis y no hay salida para España con pedro Sánchez". Casado ha recordado que no sólo ocurre eso, sino que además la fragmentación política "nos quita armas" para afrontar un posible periodo de recesión.
El PP opina que los debates de división "son artificiales" y prefiere "discutir con calma sobre lo que nos une, no lo que nos separa". Y así, pretende que se debata en esta precampaña sobre cómo hacer del Estado del bienestar "algo viable y no vivir con miedo a que nos quiebre en poco tiempo". No pide cerrar debates, asegura, pero sí garantizar bienestar a los jóvenes "ocupándonos de lo que de verdad importa".
Casado ha utilizado, así, el diccionario de la izquierda revisionista para llevárselo a su terreno: "La falta de calidad democrática no está ne las instituciones, somos una de las grandes democracias de Europa, sino en el desempleo, porque cuando no tienes trabajo no puedes participar en la vida de tu país como quisieras, ni formar la familia que quieres y como quieres".
La calidad democrática es para que los jóvenes se sientan dueños de su país y amparados por él: "Si terminas tus estudios y no hay oportunidades, se crea desafección, y con ella se resiente la democracia". Así, ha defendido el Estado social, "amparado en la Constitución". Según Casado, "hay un riesgo real de enfrentamiento generacional" en España por esta causa.
Agenda desenfocada
Para el líder del PP, el empleo, generarlo, es la solución a todos los males: a la desigualdad, a las pensiones, a los servicios sociales, a la dependencia, a la despoblación... Un empleo "flexible, adaptable, duradero y valioso". Porque, ha recordado, el Banco de España "acaba de reducir la perspectiva de crecimiento en cuatro décimas, lo que significan más de 4.000 millones de euros de producción nacional". Y eso, traducido a lo real, "son miles de empleos, y es que con el PSOE se baja el paro 10 veces menos que con nosotros".
Casado se ha empeñado en "enfocar la agenda pública", que Pedro Sánchez ha enfocado a Franco y los independentistas a las algaradas callejeras. "El tiempo se acaba, hay que ponerse serios con la economía y que Sánchez deje de jugar a la ruleta rusa con el empleo de los españoles".
Casado ha reclamado "regresar ya a la estabilidad institucional", y cree que con Sánchez eso no es posible. "Ni la salida de izquierdas a la crisis" ni la "salida para España" como Estado respetado en las instituciones europeas. En la UE, recordó, en Bruselas, se toman decisiones de las que dependen "nuestros ganaderos, nuestra industria, nuestros pensionistas..." Y la influencia y poder de España en el exterior.
Según Casado, "España hoy es rehén de la agenda personal de Pedro Sánchez", enfocada, ha dicho, en la confrontación y no en lo que importa, "lo que nos une", el lema de la precampaña popular. "Es lo suyo frente a lo de todos", ha sentenciado. "No puede obligar a los españoles a darle lo que no le quieren dar, y obligarles a votar una y otra vez mientras no estamos en los foros que importan".
Además, ha advertido de que "todo indica que le va a costar aún más formar gobierno" y ha reivindicado que "la salida a la agenda divisiva está en la de la nueva mayoría" que él quiere liderar.