Pablo Iglesias se siente orgulloso de que a Unidas Podemos "no le puedan comprar", ni el PSOE con sus "ofertas huecas de gobierno de sillones y sin competencias", ni los bancos que prestan dinero a otros partidos: "A nosotros no nos puede llamar Ana Patricia Botín ni otro banquero, amigo de Villarejo, para decirnos que le debemos dinero".
En el complejo deportivo La Gallera de López Socas, de Gran Canaria, el líder de Podemos ha presumido de que "aquí somos gobierno, pero no para estar sentados en sillones lujo, sino para cambiar las condiciones de vida de la gente". Iglesias había comenzado su mitin -o "encuentro con la gente", que es como gusta en llamarlo su formación- recordando que "hay gente que me viene y lamenta lo duro que es estar en Unidas Podemos", pero "cuando vemos a la gente corriente que no llega a fin de mes y practica la resistencia día a día en el centro de salud o en el barrio, no podemos quejarnos de nada".
Por eso, el líder de Unidas Podemos ha recordado que "el plan de Pedro Sánchez es evidente", según él. "Y es pasar de 'con Rivera no' a 'con casado sí', porque eso es lo que significa cuando dice que no se fía de nosotros". Y para ilustrarlo, ha recordado que "González y Rajoy ya lo dijeron, que a lo mejor había que hacer una coalición incómoda...". Y es que, según Podemos, el PSOE forzó la repetición electoral "esperando acercarse a la mayoría absoluta y que nosotros nos hundiéramos".
Franco, Cataluña y la crisis
Iglesias ha pedido que la campaña "no se centre sólo en Cataluña y Franco", sino que se hable de "la desaceleración económica", porque para él "la desaceleración significa recortes" y sabemos que "algunos quieren hacer los recortes a la mayoría social, y nosotros queremos hacerlos por arriba, a los bancos para que devuelvan los 60.000 millones que les prestó la ciudadanía en la anterior crisis".
El candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno ha negado que sea verdad que sus propuestas son inviables. "Pero si nosotros sólo sacamos la Constitución como programa electoral, como guía de nuestras reivindicaciones sociales", ha bramado. "Es cansino ver cómo algunos partidos se autoproclaman constitucionalistas ibéricos y usan la Constitución como un ladrillo, para arrojárselo al adversario político".
Y entonces ha desgranado los artículos ne los que se basa. El artículo 31 de la Carta Magna, que habla de "sistema fiscal progresivo"; el 35, que dice que "el trabajo es un derecho" y que la remuneración debe ser digna, "y nosotros decimos que el Salario Mínimo ya no vale a 900 euros, ahora queremos 1.200 euros, dignidad para las familias"; el artículo 47, que habla del derecho a la vivienda: "Eso es el patriotismo, que los oligarcas y los fondos buitres cumplan la Constitución".
Ha seguido por el artículo 50, el que más parece gustarle a los candidatos de Unidas Podemos desde hace meses, el que habla de "pensiones dignas y revalorizadas de manera suficiente". En ese punto ha reclamado que las pensiones se revaloricen "al IPC por ley" y ha insistido en negar que fuera su fa que reventó el Pacto de Toledo en febrero pasado, como le acusan todos los demás grupos: "Que entren los compañeros de la prensa en las reuniones, a ver qué dice cada partido".