Primero fue Santiago Abascal (Vox), después Íñigo Errejón (Más País) y luego Pablo Casado (PP). El último en visitar El Hormiguero ha sido Albert Rivera (Ciudadanos), que se ha sometido a las preguntas de Pablo Motos.
En su segunda visita a El Hormiguero, Rivera aseguró que son las medidas de su partido las que pueden sacar a España de la crispación en la que está inmersa. "Las encuestas os van regular no... mal. Debe haber una tensión notable en tu partido porque se van al paro", lanzó Motos, que avisó que después de la visita de Abascal, "de la que se lío", la ronda de entrevistas a los candidatos a la presidencia del Gobierno iba a dejar las bromas a un lado.
"Si fuera por las encuestas no habría Ciudadanos", contestó, que desarrollo su argumento. "Nací contra las encuestas, como los salmones, y mi deber es explicar mis ideas para salvar el país. Hay mucha gente que está dudando entre la abstención, quedarse en casa cansada, o votar a Ciudadanos. PP y PSOE no van a hacer reformas, la corrupción no va a ser denunciada... Nunca he estado aquí por el sillón, soy amante de la libertad de España y voy a defender mi país".
El líder de Ciudadanos ha advertido sobre los posibles disturbios en los centros de votación el próximo 10-N , especialmente en las localidades catalanas más despobladas. "Votar en Cataluña en un pueblecito pequeño donde se cuelgan banderas separatistas y se descuelgan las otras... es muy difícil, eh. Hay que garantizar que todos los españoles puedan votar", ha sostenido.
En este sentido, Rivera ha especulado sobre las acciones que los independentistas pueden llevar a cabo. "Me parece que intentarán ganar foco internacional liándola, como siempre. El Gobierno tiene que actuar", ha insistido.
Sobre si apoyaría una posible investidura de Pedro Sánchez tras las elecciones del 10 de noviembre, el invitado fue tajante. “¿Has visto arder las calles de mi ciudad? Lo que está sucediendo en mi ciudad, ¿no es suficiente?”, decía indignado. “ Tenemos que acercar posiciones. Yo no voy a gobernar con el PSOE”, ha asegurado, dejando clara su distancia con el presidente del Gobierno en funciones para añadir:"Iceta manda en el PSOE en Cataluña y en toda España".
“Torra no puede ser el presidente de todos los catalanes. Se ha convertido en un hooligan más”, dijo con mucha contundencia. “Cesarlo es prioritario, pero Sánchez no quiere”, quiso añadir como dardo para el líder socialista.