La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso se ha enzarzado con la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, a quien ha respondido: "Dios no me hizo perfecta y, por eso, no soy de Vox", en un debate sobre el aborto en el que ha asegurado que éste "no es un derecho, ni tampoco es un delito; es un fracaso".
De esta forma ha respondido en la sesión de control de la Asamblea a una pregunta de la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno para disminuir las cifras de aborto en la Comunidad de Madrid.
"Voy a cumplir con mi programa electoral que llevaba muchas y mejores medidas que las que planteaba Vox y, por eso, la izquierda nos atacó a nosotros y no a ustedes durante la campaña", ha señalado Díaz Ayuso.
La presidenta regional ha resaltado que no conoce a ninguna mujer que se haya arrepentido de tener hijos, pero sí conoce a muchas que se han arrepentido de haber abortado.
La brecha de "ser madre o no"
El principal problema de este país no es una brecha entre hombres y mujeres, como mantienen desde la izquierda, para "dividir a los sexos", sino que la brecha está en ser o no ser madre y es "ahí donde tenemos que destinar todos nuestros recursos y hacerlo en positivo", ha asegurado la presidenta madrileña.
Durante la campaña electoral, planteó considerar al "concebido no nacido" como un miembro más de la unidad familiar, mientras "la izquierda la insultaba vilmente" y "los de Vox la insultaban desde un autobús de manera cobarde", en lugar de ayudarla, ha recordado.
Ha mostrado su intención de fomentar políticas educativas para los más jóvenes, así como de apoyo a la maternidad y a la paternidad.
Tras subrayar que en este país hay una falta de nacimientos de niños, ha abogado por seguir fomentando ayudas por nacimiento y adopción, deducciones fiscales para las familias y para los cuidadores, la gratuidad de la educación de cero a tres años y el apoyo a la Red Madre para la atención a mujeres en situación de vulnerabilidad, además de incentivos a la conciliación y el teletrabajo.
Díaz Ayuso ha indicado que tiene que "dar alternativas positivas" y "buscar un espacio de respeto para que cada mujer decida libremente no querer abortar".
El aborto cero es "una falacia, es una falsedad", porque es "imposible", ha afirmado antes de apuntar: "No lo vamos a poder evitar ni unos ni otros, pero sí que tenemos que acompañar a la mujer para intentar que no tome esas decisiones en solitario y que si lo hace lo haga de manera segura".
Por su parte, Monasterio ha resaltado que el año pasado hubo 19.000 condenados a muerte y, entre estos casos, mil madres ya habían abortado ese mismo año y 6.500 ya habían abortado previamente.
Se ha mostrado convencida de que entre esas 19.000 madres un porcentaje muy alto querrían sacar a esos niños adelante y "lo podrían hacer gracias a nuestra ayuda".