El núcleo duro del Partido Popular busca la "fusión" con Ciudadanos. Laminados los liberales el 10 de noviembre, Génova concibe su objetivo "algo más sencillo" que cuando se anunció España Suma por primera vez. No obstante, según los dirigentes naranjas consultados por este diario, esa posibilidad "no está sobre la mesa": "Inés lo tiene clarísimo. Jamás se lo ha planteado".
En los últimos días, dos líderes muy conocidos de Ciudadanos han sido tanteados por el PP. Según confiesa uno de ellos a este diario, han sido "conversaciones informales", "algo improvisadas", pero "muy intencionadas": "Lo han hecho con cuidado, como suele suceder con estas cosas. Te lo dicen sin decirlo, pero se aseguran de que lo sepas".
Arrimadas, a tenor de lo explicado por sus colaboradores a este diario, se ha apartado estos días de la esfera pública para "pensar con calma" en su proyecto. No contempla, en absoluto, refundar Ciudadanos, pero sí aportar savia nueva y confeccionar un equipo novedoso. Begoña Villacís, Patricia Reyes o Marta Rivera, antes alejadas de las decisiones estratégicas, formarán parte de su war cabinet.
"Inés nunca se presentaría a la presidencia si albergara la más mínima intención de disolver Ciudadanos en el PP. ¿Reuniones? Nada de nada. Ni una sola", asevera un alto cargo amigo de la política jerezana.
A pesar de la debacle electoral, sólo Albert Rivera ha asumido responsabilidades de forma directa. Los Villegas, De Páramo, Espejo y Hervías -hombres de su confianza- no han desvelado su futuro. Ni siquiera se descartan como miembros de la gestora que echará a andar a finales de este mes. Por una cuestión estatutaria, las primarias no se celebrarán hasta mediados de marzo. De ahí que Arrimadas mida tanto sus pasos.
Los dos miembros tanteados, así como algunos otros dirigentes, verbalizan la "necesidad" de relanzar Ciudadanos como "proyecto liberal y de centro". Dos circunstancias que les "alejan" del PP.
El PP: dos formas de cortejo
En Génova existen dos corrientes a la hora de afrontar la deseada fusión con Ciudadanos. La primera, antes de abril reflejada en Pablo Casado y Teodoro García Egea, empleó la fórmula España Suma como argumento de acoso y derribo. Fue filtrada a los medios de comunicación antes de ser sugerida, en privado, a Ciudadanos. Un aspecto que soliviantó a los de Rivera. El candidato del PP, por aquel entonces, echaba las cuentas en todas las entrevistas que concedía: "Así lograríamos la mayoría".
Los segundos, encarnados en Cayetana Álvarez de Toledo, prefieren recorrer el camino poco a poco. La portavoz en el Congreso, en su día votante de Ciudadanos, es quien primero deslizó la idea de unir fuerzas con los naranjas. Quieren, según las fuentes consultadas, "una verdadera fusión", y no una "opa". Incluso consideraron un error aquel "abrazo del oso" en el que terminó por convertirse "España Suma".
En cualquier caso, la dirección popular trabaja con la vista puesta en las próximas elecciones catalanas, todavía sin fecha. "Sería un sueño poder sumar a Inés Arrimadas o Juan Carlos Girauta", destacan algunos mandatarios del PP.
Aunque la extinta Ejecutiva de Ciudadanos -con la excepción del amago de Ignacio Aguado- cierra filas en torno a Inés Arrimadas, el mayor riesgo se encuentra en las agrupaciones provinciales, municipales y de distrito. En esos lugares, los movimientos pasan desapercibidos y los fichajes pueden producirse con mayor facilidad.