"Llevamos demasiado tiempo ocupados por las fuerzas represivas del Estado. Que se vayan". Así comienza el mensaje que los CDR están difundiendo en distintos canales contras las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el que piden que se publiquen reseñas negativas de los hoteles de Cataluña que los alojan.
"Digamos a todo el mundo que los hoteles donde se alojan no son buenos. Hagamos reseñas y puntuémoslos negativamente para advertirlo", escriben junto a una lista de cuatro hoteles en los que alojan agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil destinados en Cataluña tras la sentencia del procés y las elecciones del 10-N. Dos de ellos están en Castelldels y otros dos en Sitges.
Con esta decisión, los CDR dan un paso más después de que hace ya dos años varios hoteles de Calella (Barcelona) pidieran a los 500 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil a que abandonaran sus instalaciones después del referéndum del 1-O.
Durante días, grupos de personas acudieron a hoteles de Cataluña para increpar a los agentes y a la dirección de los establecimientos, que se vieron obligados a invitarles a dejar sus habitaciones. De hecho, la propia alcaldesa de Calella, una localidad próxima a Barcelona gobernada por el PDeCAT, llamó directamente a los directores de los hoteles advirtiéndoles de que o echaba a los agentes o paralizaba licencias de reforma pendientes.
Gimnasios, bares y otros comercios que durante años se han favorecido por la presencia casi continua en la localidad de fuerzas de seguridad tampoco permitieron la entrada de agentes.