El president de la Generalitat, Quim Torra, afirma no reconocer los hechos de los que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña le acusa y se ha declarado no culpable alegando que colgar una pancarta a favor de los políticos presos o lazos amarillos son "un gesto de libertad de expresión" y un "deseo mayoritario" de la sociedad catalana con la libertad de los encarcelados.
Ha considerado que su derecho a la libertad de expresión ha sido vulnerado y que ha sufrido "censura" por no permitirle utilizar la palabra "presos políticos", una manera que según él tiene de expresarse "partidos independentistas y otros que no lo son". Lo que sí ha reconocido es que desobedeció a la Junta Electoral Central al no retirar ni la pancarta ni los lazos amarillos porque consideraba que era una orden ilegal y que no tenían competencia para pedírselo. "Sí, yo desobedecí. Pero era imposible cumplir con una orden ilegal dictada por quien no tenía competencia para dictarlo", ha declarado.
Torra es juzgado por un presunto delito de desobediencia por no retirar del Palau y de edificios públicos de la Generalitat lazos amarillos, esteladas y la pancarta con el lema de "Libertad presos políticos" en el periodo electoral de las generales del 28 de abril pese a la orden de la Junta Electoral Central (JEC), contra la que se querellará por prevaricación.
Denunciará a la JEC por prevaricación
El presidente catalán ha explicado que no acató las órdenes de la JEC porque no es un organismo "superior jeráraquicamente" a la Presidencia de la Generalitat y que, por tanto, sus órdenes no son legales. En la sala ha anunciado que interpondrá una querella contra los miembros de la JEC por prevaricación, ya que uno de sus miembros, Carlos Vidal, es "simpatizante"de Ciudadanos y se ha manifestado públicamente contra el independentismo. También les ha acusado de coacciones por situarle "en la disyuntiva de obedecer un acto nulo o prevaricar".
Torra ha comenzado su declaración negándose a responder a las preguntas del Ministerio Fiscal y de Vox, que ejerce la acusación particular, porque "es un partido de la dictadura fascista". Ante esto, el magistrado Jesús María Barrientos le ha advertido que no permitirá "este tipo de descalificaciones en la sala", a lo que Torra ha respondido con un "no creo que sean descalificaciones".
Pide, sin éxito, que se anule el juicio
El juicio, que ha arrancado a las 9:00 horas, ha comenzado con las cuestiones previas. En ellas, la defensa de Torra ha pedido su anulación argumentando vulneración de derechos, entre ellos el de la presunción de inocencia, y falta de neutralidad del tribunal que le juzga. En caso de que el juicio siga su curso, ha solicitado que se suspenda para que testifiquen los miembros de la JEC. Todas estas peticiones han sido rechazadas por el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos. "No confiamos en que el tribunal sea imparcial. Debería anular todo lo actuado por un juez imparcial", ha afirmado la abogada de Torra, Isabel Elbal, que comparte la defensa con Gonzalo Boye, calificando este juicio como una "anomalía democrática" que hay que frenar.
"Entendemos que la sala está contaminada y que los magistrados que participaron en la admisión a trámite de la querella no deberían estar sentados en este tribunal", ha continuado Elbal, que asegura que "queda muy claro" que Torra va a ser inhabilitado tras las declaraciones de algunos ministros del Gobierno de Sánchez. "Tienen una oportunidad histórica de salvar el sistema democrático", ha añadido para insistir en que también se ha vulnerado el "derecho de tipicidad" porque los hecho que se juzgan "no son delictivos".
Arropado por el Govern, Artur Mas y su familia
El president, que se enfrenta a 20 meses de inhabilitación, ha llegado al Alto tribunal catalán caminando desde el Arco del Triunfo junto a su mujer y sus hijos, el expresident Artur Mas, alcaldes soberanistas y miembros de la ANC, Òmnium Cultural y la AMI. En la comitiva también se encontraban diputados de JxCAT, ERC y la CUP y su Govern al completo como el vicepresident de la Generalitat Pere Aragonès, y el presidente del Parlament, Roger Torrent Allí se han hecho una foto de familia con una pancarta gigante en la que se leía "Todos con el presidente".
A las puerta del Parlament le esperaban su abogado Gonzalo Boye y medio millar de personas convocadas por la ANC y Òmnium con carteles de "Libertad presos políticos", esteladas y bufandas de color amarillo y cánticos de "independencia".
Anoche, durante un acto en Girona, Torra aseguró que no se sienta en el banquillo para defenderse, sino para "acusar al Estado de vulnerar" sus derechos y los de todos los ciudadanos.
Carrizosa, Artadi, Buch...
El primero en declarar en el juicio será Torra como acusado, y durante la mañana se espera la declaración de una decena de policías y del excomisario jefe de Mossos Miquel Esquius.
En la sesión de la tarde declarará el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa; la delegada del Gobierno en Cataluñaa, Teresa Cunillera; la exportavoz del Govern y concejal de JxAT en el Ayuntamiento de Barcelona, Elsa Artadi; el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, y el conseller de Interior, Miquel Buch.
"Solo contemplamos la absolución"
En declaraciones a los medios a las puertas del TSJC, el vicepresident Pere Aragonès, ha lamentado que esto sea "un episodio más para tratar por la vía penal lo que es un conflicto político". Asegura, además, que no contempla ninguna otra respuesta que no sea la "absolución".
Desde Bélgica, el expresident Carles Puigdemont ha mostrado su apoyo a Quim Torra y ha calificado de "vergonzoso" este juicio.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, Puigdemont escribe: "Hoy, con el juicio al president Quim Torra i Pla el Estado español continúa llenando de capítulos vergonzosos su relación con Cataluña". "¡Todo el apoyo, president!, concluye el mensaje de Puigemont.
Vox: "Golpistas a prisión"
Vox, que ejerce la acusación popular, también ha acudido al TJSC. La formación de extrema derecha firma que "continúa su lucha sin descando contra el separatismo golpista en los tribunales".