"Quien tiene la responsabilidad es Sánchez". Mariano Rajoy ha eludido contestar si Pablo Casado, su sucesor en el liderazgo del PP, debería o no abogar por un gobierno de coalición de su partido con el PSOE y Ciudadanos. Esa responsabilidad se la ha cedido exclusivamente a Pedro Sánchez, afirmando no querer decirle a Casado lo que tiene que hacer en esta situación.
El expresidente del Gobierno ha asegurado que "Sánchez ya ha optado por la extrema izquierda. No ha querido explorar una alternativa diferente a pactar con los independentistas y la extrema izquierda". Por ello, ha pedido a Casado que haga oposición a un posible gobierno socialista con unos pactos que sería "muy negativo para los españoles".
En declaraciones a Cope, ha hecho un repaso a su presidencia, que recoge en el libro 'Una España mejor', ha manifestado que "al populismo no se le gana con más populismo, sino con moderación. Según él, "el PP desde una posición de centro, de equilibrio, puede decirle a los españoles" el trabajo realizado cuando ha estado en el Gobierno.
"Sánchez va a tener los votos de unos señores a los que él echó del Gobierno dando su apoyo a la aplicación del 155", ha aseverado.
Rajoy ha explicado que ha escrito el libro porque "tenía la necesidad de contar" su "versión de ciertos acontecimientos". "Recoge unas experiencias que pueden servirle a algunos que tengan que gobernar o asumir alguna suerte de responsabilidad
Si no lo escribía yo lo escribían otros que seguramente no me traten tan bien como yo a mi mismo", ha añadido.
En su repaso a esta etapa ha hablado de lo que para él fueron los peores momentos: "A toro pasado es fácil hablar, pero pusimos en marcha el artículo 155 aunque parecía que estaba de adorno en la Constitución. Cesar un gobierno que había sido elegido democráticamente, asumir la gestión de la Generalitat y disolver el Parlament fueron decisiones difíciles y sólo se tomaron cuando se produjeron cosas inaceptables. Ahora, los secesionistas ya saben que un Gobierno puede activar ese artículo".
Ha afirmado que durante su gobierno se aburrió "más bien poco" porque "todos los desafíos económicos estaban ahí". "Fue muy duro, de extrema complejidad.Me recomendaban que pidiera el rescate. La única persona con un mínimo de importancia que me dijo que no pidiera el rescate fue Merkel", ha dicho.
"Pudimos hacer una política de reducir el gasto pero preservamos partidas como las pensiones. Las pasé canutas y tuve que tomar medidas muy duras", ha confesado Rajoy.