"Han reconocido públicamente que hay un conflicto político sobre el futuro de Cataluña. Lo han verbalizado y evidentemente no es suficiente pero es importante que hayan dado este paso porque hasta ahora sólo decían que había un conflicto de convivencia. Reconocer que hay un conflicto político es el paso previo a solucionarlo políticamente”.
Marta Vilalta, portavoz de ERC y una de las tres negociadoras del partido que este martes se verá con el PSOE en Barcelona para la tercera reunión de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Y tiene buenas noticias para sus bases. “Hemos constatado que están dispuestos a moverse”, ha dicho en una entrevista con el digital Vilaweb.
Tanto ERC como el PSOE exhiben una insólita sintonía que les ha llevado a reunirse ya dos veces y, quizás aún más insólito, a guardar la discreción sobre el contenido de sus deliberaciones. Los independentistas catalanes han reclamado insistentemente la creación de una mesa de Gobiernos que reúna al Ejecutivo central y a la Generalitat de Cataluña como condición imprescindible para cambiar su “no” a la investidura de Sánchez por la abstención que persiguen los socialistas para catapultar a su líder a la Moncloa.
ERC ha puesto muchos apellidos a esa mesa, como que pueda abordar "la autodeterminación y la amnistía", que tenga un calendario acordado y unas garantías de que lo que se pacte se llevará a término, pero en los ambiguos comunicados emitidos hasta ahora no viene nada en este sentido.
La última nota, del pasado martes, fue conjunta y reconoció un “conflicto político”. “En este sentido, hemos avanzado en la reflexión para activar la vía política buscando los instrumentos necesarios para su encauzamiento”, reza el último texto pactado. Qué quiere decir y con qué precisión es una incógnita que ni el PSOE ni ERC han desvelado aún.
"Aún está lejos"
En su entrevista, Vilalta da algunas claves. “Debemos poder hablar de todo y eso quiere decir el derecho de autodeterminación y la amnistía como solución política”, explica, sin aclarar qué formulación tendrá esa posibilidad de “hablar de todo” en el acuerdo de investidura, si bien genérica o ya apuntando esos asuntos en concreto.
Precisar asuntos para el orden del día que no tengan cabida en la Constitución (como la autodeterminación o la amnistía) podría ser un problema para el PSOE. El Gobierno ya no podría esgrimir que cada uno dice lo que quiere sino que admitiría ir a una mesa a hablar de asuntos en principio innegociables.
Vilalta asegura que el acuerdo “está lejos”. “Sólo hemos empezado a ver que hay esta voluntad de llegar a un acuerdo”, ha dicho y “no podemos dar por hecho que habrá un acuerdo”. Según ella, depende del PSOE. “Si tienen prisa, que vayan más deprisa”. Que se muevan más deprisa.
"Se negocia con el enemigo"
La portavoz de ERC asegura que sin “movimientos grandes” no habrá investidura, ya que a su partido lo que le interesa es la autodeterminación de Cataluña, mucho más que las leyes sociales o de izquierdas que la nueva coalición de Gobierno pudiera acordar.
En ese sentido, ERC reclama “un calendario concreto, periodicidad”, “que la mesa no se pueda desmontar en cualquier momento” y “que cuando haya un acuerdo tenga unas garantías de validación”.
“Hay que negociar con los enemigos”, explica. Y, en tanto que enemigo, el PSOE debe moverse en favor de unas garantías.