Ni viraje ideológico, ni equidistancia, ni apaciguamiento, ni financiación del PSC. Sociedad Civil Catalana (SCC) niega todas las acusaciones que se han vertido contra la asociación durante los últimos meses por una parte del constitucionalismo catalán. Acusaciones cuyos ingredientes son las Juventudes de la entidad, el propio PSC y el nuevo partido constitucionalista –la Lliga Democràtica– que algunos sectores antiguamente ligados a SCC están intentando poner en marcha y que han añadido confusión a un escenario ya de por sí confuso.
La polémica revivió la pasada semana, cuando Josep Lago, expresidente de las Juventudes de SCC y de la asociación constitucionalista S'ha Acabat, acusó a esas mismas Juventudes de estar al servicio del PSC.
Las acusaciones de Lago llovían sobre mojado. Porque hace meses que circulan los rumores acerca de una supuesta sumisión de SCC a la estrategia del PSC, así como de su viraje hacia posturas cercanas al apaciguamiento o incluso la equidistancia entre las posturas nacionalistas y las constitucionalistas.
"A ver, yo no coordiné Joves de SCC durante tantos años para que acabara en esto. ¿Qué coño es esto del diálogo en las universidades cuando son el refugio de ultras encapuchados y de rectores mafiosos?", dijo Josep Lago en su cuenta de Twitter el pasado 27 de noviembre.
Polémica en Twitter
El enfado de Lago había sido provocado por un tuit anterior de las Juventudes de SCC en el que estas pedían "diálogo, negociación y pacto por la convivencia y la pluralidad de ideas entre estudiantes". Una frase muy similar a otra esgrimida por Miquel Iceta, líder del PSC, el 30 de septiembre de 2017.
A los pocos minutos de publicado su mensaje en Twitter, Lago recibió el apoyo de Alejandro Fernández, líder del PP catalán: "No cedas ni un milímetro". David Paredes, coordinador de las Juventudes de SCC, contestó por su parte a Lago apelando al diálogo con lo que él llamó "el independentismo moderado": "Hay que dialogar con quien dialoga, no con quien únicamente piensa como uno mismo. La vertiente totalitaria del separatismo es quien debe salir de las instituciones e incluso el independentismo moderado está por ello. Si queremos convivencia, no fracturamos, solucionamos".
La polémica en torno al supuesto viraje ideológico de SCC no deja de resultar extraña. La asociación ha sido considerada tradicionalmente por el nacionalismo catalán como un reducto de la extrema derecha españolista, aunque en su seno han militado tanto nombres afines al PP como a Ciudadanos como al PSC e incluso a la vieja Convergencia. Su presidente actual, Fernando Sánchez Costa, fue diputado del PP y su postura siempre ha sido la de una oposición frontal al nacionalismo.
La polémica resulta aún más extraña si se conoce, como es vox populi entre el constitucionalismo catalán, que el PSOE presionó con fuerza a SCC para que esta anulara la convocatoria de la manifestación que la asociación convocó el 27 de octubre en Barcelona, pocos días antes de la celebración de las elecciones generales del 10 de noviembre. Finalmente la sangre no llegó al río y el PSC participó en la manifestación, aunque en un discreto segundo plano y lejos de las representaciones del PP y de Ciudadanos.
Reunión con Pedro Duque
Fuentes de SCC niegan en conversación con EL ESPAÑOL el supuesto viraje hacia las tesis del PSC. "Josep Lago hace más de un año que no está en SCC, así que a duras penas conoce lo que ocurre aquí," dicen fuentes de la asociación. "Estamos en el mismo barco, pero cada cual defiende la causa como mejor cree. En cualquier caso, llegar a la conclusión de que los jóvenes de SCC están controlados por el PSC, y que todo el argumento de apoyo sean unas declaraciones de Miquel Iceta de 2017, lo dice todo acerca de la acusación".
Según SCC, el enfado de Lago nace a raíz de la reunión de jóvenes de la asociación con el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque. "También ocurre que los jóvenes de SCC luchan contra el independentismo a su manera, y a S'ha Acabat no le gusta esa manera. Están en su derecho de criticarlo. Pero los jóvenes de SCC llegaron a un acuerdo con otras asociaciones de la universidad para expulsar a los radicales independentistas, y eso se ha de respetar".
SCC niega también los rumores que apuntan a una hipotética financiación del PSC. "Nosotros no estamos financiados por ningún partido. Eso es radicalmente falso. Ahora mismo estamos embarcados en el proyecto de muscular la entidad, lo que implica conseguir cada vez más socios y más simpatizantes. Y está funcionando. Hemos quintuplicado el número de socios respecto a las cifras de hace seis meses".
Al servicio de nadie
Pero que SCC no haya virado hacia el PSC no quiere decir que el PSC no haya intentado ejercer presión en SCC. Si intentaron que la asociación anulara la convocatoria de la gran manifestación del 27 de octubre, ¿qué les impide presionar en temas menos llamativos?
En SCC, sin embargo, niegan la mayor. "Si eso está sucediendo, desde luego nosotros no somos conscientes. En SCC lo que queremos es mantener una relación fluida con todos los partidos constitucionalistas. Y es obvio que a todos ellos les gustaría que SCC estuviera a su servicio, pero eso no va a poder ser".
El pasado martes, SCC se posicionó claramente en favor de la formación de un gobierno constitucionalista sin la participación, por acción o por omisión, de partidos nacionalistas o cercanos a ellos, una alusión velada a Unidas Podemos. "Sobre la formación del nuevo Gobierno de España. Pedimos generosidad y responsabilidad a los partidos con sentido de Estado. No podemos depender de quienes han demostrado reiteradamente que no quieren a España e ignoran a los catalanes constitucionalistas, que somos mayoría".
Una prueba más de que la supuesta sumisión de SCC al PSC, de existir, sufre frecuentes sobresaltos. "Si estuviéramos a su servicio, ¿apostaríamos por un Gobierno constitucionalista?", recuerdan en SCC. La tesis parece, a día de hoy, irrefutable.