El despliegue de luces navideñas del alcalde de Vigo, Abel Cabellero, se ve desde el otro lado del Atlántico. Tanto, el que el diario The New York Times le ha dedico un amplio reportaje en el que explica un fenómeno turístico sin precedentes de un alcalde que ha llenado de 10 millones de luces una ciudad a la que muchos ni situaban en el mapa.
"Me va a llamar el alcalde de Nueva York y me va a decir que me tiene sana envidia porque las luces de Navidad en Vigo son las mejores del planeta". Estas fueron las palabras de Caballero en el encendido de las luces, a la que acudió con gafas de sol. Pero esa llamada no llegó, afirma el diario norteamericano, que pone de relieve que ha logrado que "decenas de miles de visitantes han respondido a la invitación del señor Caballero, generando un boom turístico sin precedentes".
Caballero, "un exuberante político socialista al que le gusta llamare a sí mismo 'el alcalde más popular de Europa', ha generado entusiasmo en su ciudad, pero también se pregunta sobe la huella ecológica que genera este tipo de Navidad y "cuánto es demasiado". "Parece una contradicción absurda que España haya celebrado una cumbre sobre el cambio climático justo cuando Vigo compite con otras ciudades para ver cuál iba a encender la mayor cantidad de luces navideñas", explica Serafín González Prieto, presidente de la Sociedad Gallega de Historia Natural, en el reportaje.
Cañones de nieve y una noria enorme
El periódico apunta que en plena lucha por la reducción de la contaminación lumínica y de consumo de energía, el alcalde de Vigo se ha gastado un millón de euros no solo en luces, también en máquinas de nieve en una ciudad a nivel del mar donde casi nunca ha nevado y una noria gigante que tuvo que cerrar el primer día por el viento. "En una ciudad costera acostumbrada a las poderosas tormentas del Atlántico pero no a la nieve, el alcalde también ha desplegado una docena de máquinas de nieve para rociar copos durante dos minutos cada hora", dice el artículo.
La figura de Abel Caballero parece que genera también cierta expectación para The New York Times. De él destaca sus "discursos con un inglés muy acentuado", sus "habilidades con el baile" o con una bicicleta. También su "victoria aplastante" en las elecciones municipales de 2017, en las que ganó con el 67% de los votos en una ciudadanos de poco más de 300.000 habitantes.