Aunque Felipe González fue quien impulsó su carrera política, José Luis Rodríguez Zapatero le puso al frente de las máximas responsabilidades que ostentó. Empezó como portavoz parlamentario, continuó como ministro del Interior, más tarde vicepresidente y, por último, sucesor. Alfredo Pérez Rubalcaba se quedó al frente del PSOE cuando la crisis se llevó a Rodríguez Zapatero por delante.