"No nos parece una muestra de lealtad ni hacia el Gobierno [autonómico] ni hacia el presidente [de la Generalidad]" ha clamado Laura Borràs, la líder de JxCAT en el Congreso de los Diputados, en referencia al pacto alcanzado por ERC con el PSOE para la creación de una mesa de diálogo de la que formarían parte el Gobierno central, Quim Torra y la propia ERC. "ERC ha debilitado el independentismo cuando habría podido ser el momento de máxima fuerza en Madrid ante el Estado español" ha añadido Borràs.
Ni siquiera el anuncio de que el acuerdo extraparlamentario al que llegue el Gobierno del PSOE con las fuerzas separatistas en esa mesa será posteriormente sometido a consulta únicamente entre los ciudadanos catalanes ha servido para aplacar la ira de JxCAT. Según Borràs, JxCAT no se siente obligada a nada por el acuerdo al que un "actor particular", en referencia a ERC, haya podido llegar con Pedro Sánchez. La portavoz ha afirmado también que el acuerdo de gobierno entre PSOE y Podemos habla "de una España fuerte y cohesionada".
Tras la polémica, Quim Torra y el vicepresidente de la Generalidad, Pere Aragonès, de ERC, se han emplazado a una reunión este jueves para limar las asperezas generadas por el pacto de los republicanos con el PSOE. En realidad, el pacto se daba por descontado entre las filas de JxCAT desde hace días. Pero la evidencia de que este reforzará la pole position de ERC en las próximas elecciones autonómicas catalanas ha obligado a JxCAT a escenificar su descontento por lo que el partido nacionalista consideran "una vuelta al marco de 2014".
Sólo los catalanes deciden
Tampoco las palabras del ministro de Fomento en funciones y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, afirmando que para superar el conflicto catalán es necesario que "la población [en referencia sólo a los catalanes] pueda participar" han contentado a JxCAT. Y eso a pesar de que las palabras de Ábalos parecían medidas para calcar las del mensaje de Fin de Año de Quim Torra: "Sin un compromiso para dar la palabra a la ciudadanía sobre el futuro político de Cataluña no hay diálogo honesto, sino tan sólo una voluntad de tapar agujeros con parches caducos".
Más allá de los eufemismos y los sobreentendidos, lo que está en disputa entre ERC y JxCAT no es la investidura de Pedro Sánchez, sino la presidencia de la Generalidad. Mientras la primera es vista por los partidos separatistas apenas como una herramienta que les ayude a alcanzar su verdadero objetivo, el de la organización de un referéndum de independencia acordado con el Gobierno, la segunda es la verdadera guinda del escenario político catalán.
Cambio de paradigma
La guerra entre ERC y JxCAT por el control de la Generalidad es de largo alcance. La llegada de ERC a la presidencia del Gobierno autonómico catalán por primera vez en cuarenta años de democracia conllevaría en Cataluña un cambio de paradigma equivalente al que supondría en España la llegada a Moncloa de un partido diferente a PSOE o PP. Y de ahí la necesidad de JxCAT de presentar el pacto entre ERC y PSOE como una claudicación vergonzante que aleja a la Cataluña separatista de su verdadero objetivo: la independencia.
Laura Borràs, erigida en portavoz no sólo de JxCAT, sino también de Carles Puigdemont, ni siquiera ha negado la hipótesis de que el pacto entre ERC y el PSOE pudiera llegar a romper la alianza entre los republicanos y su partido en el Gobierno de la Generalidad. "Las consecuencias se tendrán que ver cuando veamos el alcance del acuerdo entre el PSOE y ERC" ha dicho Borràs.
Según la portavoz, que durante meses ha sonado como posible candidata a la presidencia de la Generalidad si Quim Torra es efectivamente indultado y ella no resulta procesada por la supuesta adjudicación de contratos a dedo cuando presidía la Institución de las Letras Catalanas, JxCAT no confía "en promesas vacías y brindis al sol". "España es irreformable" ha rematado Borràs su intervención. "Para acabar dando apoyo al PSOE no se necesitaba ni el 9-N, ni el 1-O, ni la DUI, ni el 21-D".
La presión sobre ERC será ahora muy intensa desde las filas de JxCAT. En especial cuando este próximo viernes la Junta Electoral decida sobre la inhabilitación de Oriol Junqueras. Si esta opta, como ha solicitado el PP, por "comunicar fehacientemente al Parlamento europeo la pérdida de la condición de parlamentario de Junqueras en aplicación del artículo 6.2 de la ley orgánica del Régimen Electoral General", la presión sobre ERC será incluso mayor.
Primera batalla electoral
ERC ha respondido a los ataques echándole en cara a JxCAT su supuesto desinterés por la negociación. Según los republicanos, sus negociadores llegaron a plantarse durante las negociaciones con el PSOE hasta que los socialistas no aceptaran, como así acabó ocurriendo, la presencia de Quim Torra en la futura mesa de diálogo. Y de ahí su sorpresa por unas acusaciones de "deslealtad" que ERC rechaza y que atribuye al interés de los exconvergentes por escenificar de la manera más vehemente posible la idea de que los republicanos han traicionado al separatismo.
Hasta qué punto esa escenificación es sólo una estratagema para eclipsar el actual protagonismo mediático de ERC o más bien la primera escaramuza de la futura batalla electoral por el control de la Generalidad lo dirá el tiempo. La decisión de este viernes de la Junta Electoral aportará más pistas y confirmará si el distanciamiento entre JxCAT y ERCX aminora, se mantiene en los niveles actuales o escala hasta cotas de ruptura.