El Ministerio de Asuntos Exteriores español ha dado su visto bueno definitivo a la apertura de tres delegaciones de la Generalitat en el extranjero –las de México, Argentina y Túnez– que habían sido suspendidas cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El cambio de criterio, que supone un viraje respecto a la política seguida por el Ministerio cuando este estaba encabezado por Josep Borrell, se justifica en los retoques introducidos por la Generalidad, a propuesta del propio Ministerio, en el decreto de creación de esas embajadas.
Dichos retoques afectan en esencia a los objetivos de las embajadas y en concreto a la expresión "relaciones bilaterales", que según el Gobierno podía entenderse como una intromisión en las competencias exclusivas de este, y que ahora habría desaparecido del nuevo decreto de creación.
Los decretos retocados por la Generalidad dejan sin efecto el recurso judicial que el Ministerio de Exteriores presentó en septiembre contra la creación de las oficinas de México, Argentina y Túnez. Sin embargo, fuentes del Gobierno han recordado que el Ejecutivo continúa teniendo la posibilidad de solicitar en los juzgados el cierre de esas delegaciones si considera que estas vulneran la legalidad o que son contrarias a los intereses de España.
En esta ocasión, la Generalidad sí ha cumplido el requisito de comunicación previa al Gobierno, lo que ha sido interpretado por fuentes de Moncloa como una muestra de la voluntad de rebajar tensiones del Gobierno catalán. En anteriores ocasiones, la Generalidad ni siquiera había esperado al informe de Exteriores acerca de las nuevas embajadas, que no es vinculante pero sí preceptivo.
El TSJC 'cierra' seis embajadas
En paralelo, y en lo que parece una abierta discrepancia con la nueva política del Ministerio de Exteriores respecto a las embajadas catalanas, el TSJC ha anulado este viernes el decreto de reapertura de las delegaciones de la Generalidad en Reino Unido/Irlanda, Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Francia. El motivo esgrimido por los jueces ha sido, precisamente, la falta de comunicación previa de la Generalidad al Gobierno.
La decisión es consecuencia del recurso que el Gobierno español interpuso el pasado 25 de septiembre de 2018 contra el decreto 126/2018 de 26 de junio de la Generalidad, por el que se restablecían esas 'embajadas' cerradas previamente en aplicación del artículo 155 de la Constitución en el marco del procés.
La Sección Quinta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC ha dado hoy la razón al Gobierno, aunque es de prever que los nuevos protocolos del Ministerio de Exteriores permitan la reapertura de esas embajadas si sus decretos de creación son retocados en el mismo sentido que lo han sido los de las delegaciones de México, Argentina y Túnez, y si la Generalidad cumple con el requisito de comunicación previo anteriormente soslayado.
Embajadas reabiertas
La cualidad de no vinculantes de los informes del Gobierno, preceptivos según la Ley de Acción Exterior de 2014, ha permitido que en el pasado, el Gobierno autonómico catalán haya abierto varias delegaciones pese a la opinión contraria del Departamento que entonces dirigía Josep Borrell.
Cuando se abran las tres nuevas oficinas en México, Argentina y Túnez, la Generalitat contará ya con un total de dieciséis delegaciones en el exterior, incluida la de Bruselas, dedicada a la UE. Esta fue precisamente la única que no se cerró cuando el Gobierno de Mariano Rajoy decidió aplicar el artículo 155 de la Constitución a Cataluña.
Tres tandas
Levantada la aplicación del artículo 155, la Generalitat reabrió en el verano de 2018 una primera tanda de delegaciones sin pedir informe previo a Exteriores, alegando que se trataba de una reapertura. Por ese motivo, el Gobierno central las recurrió ante el TSJC con varios recursos. No todos esos recursos han sido estimados por el TSJC.
En julio de 2018, por ejemplo, el Ministerio de Exteriores pidió al TSJC que paralizase cautelarmente la actividad de las de Londres, Berlín y Ginebra por considerar que estas actuaban en favor del proyecto secesionista. El TSJC, en esa ocasión, rechazó la petición por "extemporánea".
El segundo grupo de oficinas se creó en otoño de 2018 en Viena, Tallin, Zagreb, Lisboa, Estocolmo y Beirut, a pesar del informe en contra de Exteriores. El Departamento consideró que "su objetivo claro y manifiesto, declarado de modo reiterado" por la Generalidad, era "apoyar fines manifiestamente contrarios a los principios y objetivos de la política exterior de España".
El tercer grupo llegó en junio de 2019, cuando el Gobierno autonómico catalán anunció nuevas oficinas en México, Argentina y Túnez. Exteriores las recurrió en septiembre con el argumento de que estas delegaciones son "herramientas necesarias" para que el Gobierno catalán lleve a cabo su política para la "separación de España".
La satisfacción de Borrell
La Abogacía del Estado alegó que la creación de las delegaciones no podía analizarse solo desde el punto de vista "formal o literal", sino que debe "encuadrarse en las actuaciones" de la Generalidad en los últimos meses y años.
El TSJC concedió las medidas cautelares en noviembre de 2019 y Josep Borrell, que en aquel momento cumplía sus últimos días como ministro en funciones antes de tomar posesión como alto representante de la UE, reconoció que para él fue una "satisfacción importante".
La nueva política del Gobierno respecto a las embajadas pone en cuestión el trabajo realizado por Borrell al poner el acento en el mero cumplimiento de las formalidades legales por parte de la Generalidad en vez de en los objetivos políticos reales de las embajadas.