La entrevista con Oriol Junqueras que el diario El País publicó este sábado no deja margen alguno para una interpretación compatible con la narrativa del Gobierno. Mientras Pedro Sánchez habla de una nueva etapa de diálogo y distensión con el separatismo catalán, el líder de ERC, con la arrogancia y el lenguaje de un presidiario con callo, describe a un Gobierno impotente frente a la fuerza de sus 13 diputados.
Oriol Junqueras no ha querido que nadie lea entre líneas. El procés no fue una ensoñación, sino una rebelión. El separatismo volverá a dar un golpe contra la democracia cuando tenga una nueva oportunidad. ERC no se arrepiente de nada. La mesa de diálogo no se ceñirá a la Constitución. En resumen, el destino político y hasta personal de Pedro Sánchez y su Gobierno de coalición junto a Podemos depende más de Oriol Junqueras que el de Oriol Junqueras de Pedro Sánchez.
Las respuestas de Junqueras a las preguntas de los periodistas son desafiantes, retadoras, casi chulescas. Ni reconoce error o mentira alguna ni retrocede un solo milímetro. Si la cárcel ha tenido algún efecto pedagógico en él, como defienden algunos analistas, no ha sido en el sentido de la democracia.
1. "Volvería a hacerlo"
Como el torero que recibe al toro a puerta gayola, el periodista le muestra el capote a Oriol Junqueras y este embiste con todo lo que tiene. Y añade: "Lo que hicimos en otoño de 2017 estuvo bien hecho". Es decir, no sólo el referéndum ilegal del 1 de octubre, sino también la aprobación de las leyes de ruptura el 6 y el 7 de septiembre, y las dos declaraciones de independencia del mes de octubre.
2. "España no puede ser un país normal si se dan palizas a los que van a votar, se mete en prisión a inocentes, se destituyen Gobiernos y se cierran Parlamentos por poner las urnas"
No ha acabado su primera frase y Junqueras ya ha dibujado un país inequívocamente fascista en el que se dan palizas, se encarcela a inocentes, se derrocan Gobiernos legítimos y se silencia a los parlamentarios escogidos por el pueblo. Oriol Junqueras está definiendo, en resumen, un golpe de Estado inverso. Ni Tejero y Armada se atrevieron a tanto: al menos ellos fueron conscientes de que el golpe de Estado fue el suyo.
3. "La lección es que lo hicimos para poder volver a hacerlo. (…) Era la manera de ganarnos el derecho a volverlo a intentar"
Eso es todo lo que ha aprendido Oriol Junqueras en la cárcel, que el crimen paga. Que todo el terreno avanzado por el separatismo durante estos dos últimos años permitirá una segunda intentona separatista con mayores probabilidades de éxito que la primera.
4. "Los españoles deberían preguntarse qué sucede si van pasando generaciones y esto sigue así, con un sistema judicial y un aparato del Estado de marcados tics franquistas"
Oriol Junqueras señala a los culpables de la supuesta deriva franquista española: el sistema judicial y "el aparato" del Estado. Es decir, los mismos objetivos contra los que arremetió el vicepresidente Pablo Iglesias el pasado martes durante su entrevista en Antena 3 y que provocaron una contundente respuesta del Consejo General del Poder Judicial. La sintonía entre el presidiario Junqueras y el vicepresidente del Gobierno parece, en este punto, innegable.
5. "El Estado se esfuerza a diario en demostrar que es digno heredero de la dictadura"
Es llamativo el hecho de que Junqueras se esfuerce durante toda la entrevista en identificar al Estado, y no al Gobierno, como la fuente de todos los problemas que aquejan a España. Dado que el Poder Ejecutivo está en manos de PSOE y Podemos, y dado que el Poder Legislativo parece contar con una mayoría de fuerzas de izquierda y nacionalistas favorables a su causa, la interpretación de las palabras de Junqueras parece obvia: el problema radica en la Corona, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y el Poder Judicial.
6. "La Fiscalía lanza acusaciones falsas y no pasa nada. El Ministerio del Interior se inventa pruebas falsas y no pasa nada. La Justicia condena a inocentes y no pasa nada"
Oriol Junqueras, un político condenado por sedición y malversación de fondos públicos, acusa de prevaricación a fiscales, policías, ministros y jueces. La ironía es insuperable.
7. "El Supremo no tiene razón en nada. Será un placer cruzarme con los socialistas catalanes cuando salga de aquí y ver si aguantan nuestras miradas"
Es difícil describir el enorme rencor que destila una respuesta como esta. "Será un placer", "aguantan nuestras miradas". Esa no es la respuesta de un líder político encarcelado injustamente. Es la respuesta de alguien que sólo está esperando a su oportunidad de vengarse de todos aquellos que, en su cabeza, le han condenado a prisión.
8. "El Supremo no tiene razón en nada"
El periodista le pregunta a Junqueras si el Supremo tiene razón cuando describe el procés como "un farol" y el líder de ERC lo niega tajantemente. Dicho de otra manera. No era un farol, era rebelión.
9. "Ese condicional es una forma de despistar: los condicionales son sugerentes cuando se hace literatura, teatro, poesía, pero no cuando se hace política. En política son maniobras de distracción"
El periodista le pregunta a Junqueras si "bastaría" con un nuevo Estatuto de autonomía y el líder de ERC esquiva la respuesta. En este caso el interés está en la pregunta. Cuando el periodista pregunta si "bastaría" hay que preguntarse "¿bastaría para qué?". Es decir, "¿bastaría con un nuevo Estatuto para que usted renunciara a una nueva intentona separatista?". Obviamente, a Junqueras no le interesa responder a esa pregunta porque revelaría sus cartas antes incluso de que haya empezado la negociación con el PSOE. Pero la respuesta es obvia: no.
10. ¡Y tanto!
Eso responde Junqueras cuando su interlocutor le pregunta si comparte la frase de Montserrat Bassa en el Congreso de los Diputados: "Personalmente, la gobernabilidad de España me importa un comino". Pero es que la pregunta no cuestiona los sentimientos de la hermana de una de las líderes del procés, Dolors Bassa, comprensibles desde un punto de vista humano, sino la pertinencia de que los exhiba de esa manera en el Congreso de los Diputados y en representación de ERC. Dado que Junqueras no la desautoriza, cabe interpretar que a él también le importa un comino la gobernabilidad de España.
11. "El apoyo al Presupuesto está condicionado a los avances en la mesa de diálogo"
Junqueras no engaña a nadie. Si el PSOE no le da lo que quiere, no habrá Presupuestos, el Gobierno caerá en pocos meses y el país se verá abocado a elecciones anticipadas. Dado que esos avances de la mesa de diálogo han de ser evidentes y lo suficientemente llamativos como para que el electorado de ERC no le pase factura a su partido en unas próximas elecciones autonómicas catalanas, el PSOE está obligado a comprometerse públicamente en el sentido que desean los republicanos.
12. "El PSOE sólo dialoga cuando lo exigen las circunstancias"
Junqueras sabe que Sánchez sólo cederá si ERC tiene en su mano el arma nuclear definitiva: la de dejar caer al Gobierno. ERC no aprobará los Presupuestos, lo que convertiría a los republicanos en irrelevantes, sin concesiones a cambio.
13. "Si confieso qué cesiones vamos a hacer pierdo capacidad de negociación. Pero el objetivo era y es la independencia. Y caerá por su propio peso: sólo hay que trabajar para convencer a más gente"
Junqueras no esconde sus planes a largo plazo. Ampliar la base social del separatismo. Lo que implica atraer a su terreno al electorado de PSC y Podemos. La persistencia con la que ambos partidos están insistiendo en una nueva España de corte federal, eufemismo de un nuevo régimen político que sustituya al surgido del pacto del 78, es la prueba de que la sintonía en este punto en concreto es muy alta. El terreno común entre ERC, PSC y Podemos está a la vista de todos. Sólo falta que el PSOE se deje también caer por él.
14. "Y una mierda. Y una puta mierda. Dijimos la verdad: que el procés tenía que acabar en la independencia"
El lenguaje tabernario del beato Junqueras y la beligerancia con la que responde a la pregunta revela que ésta ha tocado hueso. Si algo le molesta especialmente a Junqueras es la acusación de que el procés fue sólo un vulgar engaño de las elites políticas a los catalanes.
15. "Eso [dar un paso al lado] lo decidirá ERC"
Una contestación aparentemente vacía que esconde una respuesta muy clara. Dado que Junqueras es el líder de ERC, ERC decidirá que Junqueras siga siendo el líder del partido.
16. "Si hay opción yo no renuncio a nada"
Traducido a lenguaje recto, la respuesta de Junqueras dice que la hipotética anulación de su condena por parte del Gobierno, algo que sin duda alguna se debatirá en la mesa de diálogo pactada con el PSOE y el PSC, conllevaría su nominación como cabeza de lista de ERC a las elecciones autonómicas catalanas.
17. "Nada. No veo ningún gesto [por parte de la Fiscalía del Estado]. Y no espero nada de nada"
Una respuesta lógica, además de orgullosa. Quien tiene la sartén por el mango y ha sido lo suficientemente explícito respecto a sus demandas no necesita mostrar la más mínima ansiedad al respecto. Las concesiones llegarán por sí solas, cuando éstas deban llegar. Y si no llegan, el Gobierno ya sabe a lo que atenerse.