El controvertido encuentro dentro un avión en el aeropuerto de Barajas entre el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y Delcy Rodríguez, número dos del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela es ya la primera crisis a la que se enfrenta el Gobierno de coalición. De hecho, las explicaciones del Ejecutivo, además de confusas, demostrarían que no se habría cumplido el régimen de sanciones impuesto por la Unión Europea hasta ahora a 25 dirigentes de la dictadura chavista.
De hecho, Madrid habría incumplido el artículo 20 del reglamento (UE) 2017/2063 del Consejo Europeo, de 13 de noviembre de 2017 [lea aquí el documento completo], que dice explícitamente que las sanciones se aplicarán "en el territorio de la Unión, incluido su espacio aéreo". Es decir, Rodríguez nunca debió siquiera sobrevolar España.
La vicepresidenta Rodríguez está incluida en la lista de de altos cargos del régimen venezolano sancionados por su complicidad en con la represión y la violación de los Derechos Humanos en el país caribeño.
Concretamente, a Rodríguez se le sancionó por haber presidido "la Asamblea Constituyente ilegítima". Según el Consejo Europeo [lea aquí completo el documento], sus acciones con esas responsabilidades "han menoscabado la democracia y el Estado de Derecho en Venezuela, en particular mediante la usurpación de las competencias de la Asamblea Nacional y su utilización para atacar a la oposición e impedirle su participación en el proceso político".
Este régimen de sanciones recoge que las personas incluidas en esta lista tienen expresamente prohibida la "entrada" y el "tránsito" por los países miembros de la UE. El propio Ábalos ha reconocido que Rodríguez estuvo en "situación de tránsito" en España cuando hizo escala este lunes en el Aeropuerto de Barajas en su viaje a Turquía.
En el artículo 20 del presente reglamento, sellado por los Veintocho países que conforman la Unión Europea en el año 2017 con el objetivo de enfrentar la situación de Venezuela, se puede leer que los firmantes se comprometen a aplicar las sanciones "en el territorio de la Unión, incluido su espacio aéreo" y sobre estas personas si alguna de ellas se encuentra "a bordo de toda aeronave o buque que esté bajo la jurisdicción de un Estado miembro".
La Comisión señala a Madrid
Por lo tanto, y a pesar de que la Comisión Europea se lavara las manos explicando que "corresponde a los estados miembros la implementación" efectiva de las sanciones, el Gobierno ha quebrantado el acuerdo permitiendo que Rodríguez sobrevolara el espacio aéreo español.
La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, aseguró este viernes en unas declaraciones a la cadena Ser que "los ministerios de Asuntos Exteriores no son consultados sobre las paradas técnicas, son consultados sobre si hay personas que están en listas de sanciones para verificar si pueden o no entrar. Es el caso de Venezuela. El ministro de Turismo nos comunica formalmente que viene a esta reunión. Tenemos conocimiento de que quizá llegue un vuelo que quizá venga una persona que quizá sea la vicepresidenta de Venezuela. Ahí decimos que esa persona no puede entrar".
A continuación, para zanjar la polémica Laya se prestó voluntaria a dar todas las explicaciones al respecto "con luz y taquígrafos" porque, a su juicio, "el régimen de sanciones se cumple".
Sin embargo, las diferentes versiones con las que se ha explicado el propio Gobierno demuestran que el ejecutivo español conocía de la presencia de Rodríguez con anterioridad. De hecho, Ábalos explica este sábado en una entrevista en el diario La Razón que "llegando al aeropuerto me llama el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que sabía por mí de su llegada, para decirme que la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha recibido una comunicación de la Embajada venezolana en la que le dicen que en ese avión también viaja la vicepresidenta, Delcy Rodríguez. Y me dice: "Ya que vas, procura que no baje del avión".
La portavoz comunitaria de Exteriores, Virginie Battu -que trabaja en la oficina del Alto Representante Josep Borrell, predecesor de González laya en Exteriores-, fue la encargada de señalar a Madrid en sus muy diplomáticas declaraciones. La Comisión, así, dijo que "la implementación de las restricciones de viaje es un asunto que corresponde a los Estados miembros y, por supuesto, esperamos que todos los Estados miembros cumplan con el régimen de sanciones que han acordado".
Exteriores debe investigar
Era una remisión velada al artículo 16.2 del mismo reglamento ya citado. En ese punto se lee que "los Estados miembros se comunicarán mutua e inmediatamente y comunicarán a la Comisión cualquier otra información pertinente de que tengan conocimiento y que pueda afectar a la aplicación efectiva del presente Reglamento".
En su rueda de prensa diario en la Comisión Europea, Battu aclaró este viernes que corresponde a "la autoridad nacional relevante" determinar si se ha incumplido el régimen de sanciones, que los Estados miembros adoptan por unanimidad en el Consejo de la UE y quedan vinculados a cumplir.
Fuentes comunitarias confirmaron a la Agencia Efe que, en el caso español, el Ministerio de Asuntos Exteriores es la autoridad que debe vigilar el cumplimiento de las sanciones adoptadas a nivel europeo.
Las fuentes apuntaron a que "no hay motivos" para que Exteriores no revise este caso y que, si se determina que ha habido una violación del régimen de sanciones con la presencia de Rodríguez en España, deben reportarlo al Consejo de la UE, la institución que representa a todos los Estados miembros.
El PP inquiere a Borrell
Por su parte, la delegación del PP en el Parlamento Europeo ya ha registrado, a través del eurodiputado, una pregunta escrita al alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, para que aclare si el viaje de Rodríguez incumple el régimen de sanciones y qué medidas tomará "para que hechos como este no vuelvan a repetirse".
La Portavoz popular la Eurocámara, Dolors Montserrat, exigió a Borrell que tome medidas inmediatamente para garantizar que los gobiernos de los Estados Miembros de la UE no reciban a cargos que pertenecen a regímenes como el venezolano.
Las criticas al Gobierno también le han llegado desde Estados Unidos, que calificó de "sorprendente" el encuentro ente Ábalos y Rodríguez. "Esas acciones, como el encontrarse con alguien, no sólo socava la política que EEUU y la Unión Europea han implementado con respecto a Venezuela, sino que mina toda la infraestructura comunitaria, que confía en la cooperación para la implementación de este tipo de sanciones", resaltó este viernes la encargada de Cuba y Venezuela del Departamento de Estado, Carrie Filipetti.
"Tenemos muchas preguntas y estamos en conversaciones con el Gobierno español para tratar de obtener algunas respuestas, pero desde luego no es acontecimiento al que demos la bienvenida", sentenció.
La polémica coincide con la visita este sábado a Madrid del presidente Juan Guaidó, que no será recibido personalmente por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aunque sí se reunirá con la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya. Guaidó también se reunirá con el líder del PP, Pablo Casado, en la Casa de América antes de que le hagan entrega de la Llave de Oro de la villa de Madrid y de la Medalla Internacional de la región.