Las sonrisas de satisfacción eran la constante en los corrillos que recorrían la madrileña Casa de Correos. Era la última parada de una jornada que, a ratos, se antojaba maratoniana: todo sea, hasta los últimos esfuerzos, para arropar al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, en su visita a España dentro de la gira europea que había emprendido.
El Partido Popular era consciente de la importancia del símbolo y, por eso, se volcó. Primero, reunión con el presidente de la formación, Pablo Casado. Después, entrega de la Llave de Oro de la ciudad de Madrid, a cargo del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, quien también lo acompañó en la tarima en su mitin para la diáspora venezolana en la Puerta del Sol.
Finalmente, la condecoración de la primera Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid de manos de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. Todo ello rodeado de un nutrido grupo de altos cargos: los portavoces parlamentarios, Cayetana Álvarez de Toledo y Javier Maroto, miembros de la dirección del partido, diputados, senadores, miembros de las cámaras autonómicas….
Ni siquiera la presencia del resto de líderes de las otras fuerzas parlamentarias de centro y derecha, Ciudadanos y Vox, ha desenfocado la figura del PP. Inés Arrimadas, Santiago Abascal o incluso Ángel Gabilondo no han restado protagonismo al despliegue de fuerza llevado a cabo por los populares.
“Muy emotivo”
“Ha sido todo un éxito”, sonreía en conversación con este periódico una destacada dirigente del partido, entre la nube de fotografías oficiales y selfies que rodeaban a Ayuso y Guaidó. Desde el entorno del propio Casado también destacaban la importancia del día y de lo “satisfactorio” que había resultado todo, a pesar de los fallos.
Porque haberlos, los hubo. La lluvia, sumada a todos los retrasos que conlleva una agenda repletísima de un líder extranjero y la aglomeración de ciudadanos venezolanos en la Puerta del Sol obligaron a cambiar el guión del día. Tanto que la presidenta de la Comunidad tuvo que cambiar la hora de entrega de la máxima distinción internacional y retrasarla más de dos horas para poder cuadrar todo. Desde el partido, sin embargo, lo excusan: “Nosotros podíamos esperar y los venezolanos en la calle, no”.
Diferentes miembros de la dirección coinciden en las palabras con las que resumen la visita. “Muy emotiva” y “necesaria” son las más repetidas. “Nosotros siempre hemos estado del lado de la libertad, y esto era lo natural”, deslizaban.
El escándalo Ábalos
Pero el objetivo que tienen en mente los populares va más allá: centrar el debate y el foco en la polémica protagonizada por el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su encuentro con la número ‘dos’ de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez. “No puede caer en saco roto. Es gravísimo”, resumen fuentes de la dirección.
El propio Casado centró parte de su intervención tras su reunión -de unos quince minutos- con Guaidó en ello. Volvió a reclamar la dimisión de Ábalos y, sobre todo, en lo que él interpreta como un desplante de Sánchez a la causa venezolana. “No ha estado a la altura. No está haciendo lo que debe como presidente del Gobierno de España. Nosotros sí: por eso Almeida le entrega las Llaves de la Ciudad y por eso Ayuso le entrega la Medalla Internacional”.
La presidenta de la Comunidad también quiso criticar, durante la entrega del galardón honorífico, la acción del gobierno socialista. “En Madrid hay más de 345.000 personas huyendo de los populismos de lo que llaman socialismo del siglo XXI”. “Madrid es el refugio de la libertad”.
Guaidó, en cambio, le ha restado importancia a que el presidente español no le haya recibido. “Lamentablemente, fue una gira que no pudimos comunicar con tiempo. Articular agendas ha sido complicado”. “Nos cruzamos en Davos”, sobre él y Sánchez. También recordó que Sánchez fue el primer líder europeo en reconocerle como “presidente encargado” de Venezuela.