El Gobierno no quiere saber nada. Después de que se hayan difundido las imágenes de un José Luis Rodríguez Zapatero sonriente estrechando la mano de Nicolás Maduro. Tras la reunión que el expresidente español ha mantenido con el mandartario chavista y su número dos, Delcy Rodríguez -protagonista del escándalo de su reunión con José Luis Ábalos de madrugada en un avión estacionado en Barajas-, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha desmarcado de la visita, de la cumbre y de todo: "Es un viaje particular".
El Gobierno español ha matizado este sábado que Zapatero realizó su viaje el pasado jueves a la capital de Venezuela, Caracas, en calidad de ciudadano particular para mantener un encuentro con los líderes venezolanos que no guardó relación alguna con la política oficial española.
Zapatero fue recibido este viernes por Maduro y Rodríguez, en medio de la polémica por el encuentro que mantuvo con Ábalos, ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE. Ese suceso provocó malestar en el Gobierno estadounidense, que afirmó que tenía preguntas sobre el asunto, y la petición de una comisión de investigación en el Congreso por parte de PP y Cs.
"El expresidente del Gobierno señor Rodríguez Zapatero ha viajado a Venezuela estrictamente en su condición de ciudadano particular", ha señalado el Ministerio de Exteriores español, "sin ostentar ningún cargo de representación y sin mandato alguno del Gobierno de España". De hecho, este periódico ha podido saber que el expresidente no ha utilizado los servicios de la Embajada española en Caracas para organizar su agenda en la capital venezolana.
"Importante visita del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien nos ha acompañado de manera decidida en este proceso de diálogo permanente que emprendimos los venezolanos para alcanzar la paz definitiva". Con estas palabras, Nicolás Maduro celebró la cita en sus redes sociales el viaje del político español a Caracas, el primero después de 11 meses de ausencia.
Desde 2016, Zapatero ejerció una labor de mediación que se concretó en la liberación de algunos presos políticos, pero que terminó fracasando en 2018 porque la mayoría de la oposición percibía al español como una figura demasiado escorada hacia el régimen de Maduro.
Este mismo sábado, Leopoldo López Gil, eurodiputado del PP y padre del líder opositor, ha señalado a Zapatero como "tan culpable" como maduro de la crisis de su país.