Pablo Iglesias suelta el último lastre. Anticapitalistas ya no le hace falta. Es más, las posiciones maximalistas de la corriente que lideran el eurodiputado Miguel Urbán y la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, ahora no le convienen. El vicepresidente necesita darle un barniz institucional definitivo a Podemos, ahora que está en el Gobierno, lleva americanas con camisa y hasta aplaude al Rey.
"No hay por qué estar a la fuerza en un partido político si no estás de acuerdo con la línea política de ese partido", aseguró Iglesias este martes, dando por hecho la ruptura con Anticapitalistas. El secretario general de Podemos añadió que Urbán, Rodríguez y los suyos pueden irse. Es "lo más lógico" por la "incompatibilidad" de la estrategia política del partido con la de Anticapitalistas.
Para empezar, la estrategia. Hoy, Iglesias es el número dos de facto de un Gobierno con cuatro ministros más de su ala, pero que más tira a la socialdemocracia -"liberaldemocracia un poco social", le llaman desde las filas anticapis- y, aunque eso en ocasiones le obligue a tragar sapos, le basta: porque tiene el poder.
Y por otro lado, la "incompatibilidad". Anticapitalistas fue una de las semillas más poderosas del germen de Podemos en 2014, pero ya no es sólo una corriente. El colectivo se constituyó como partido independiente y se registró como tal ya antes de las elecciones autonómicas al menos entres regiones: Madrid, Murcia y Castilla y León.
La decisión, en 4 días
De hecho, fue sólo la presión de Raúl Camargo, líder de los anticapis de Madrid, de la mano de Sol Sánchez (IU), la que logró que finalmente Podemos aceptara una candidatura conjunta. En caso contrario, a la izquierda del PSOE se hubieran presentado tres papeletas: la de Podemos, la de Madrid en Pie (IU-Anticapitalistas) y la del causante de todo el embrollo, Íñigo Errejón al frente de Más País.
Será dentro de cuatro días cuando Anticapitalistas se reúna en asamblea y decida. Pero lo que antes podía haberse titulado como "nueva crisis en Podemos", ahora importa menos en la formación de Iglesias. De hecho, el líder recurrió a ellos en dos asambleas y luego los dejó tirados.
La primera fue en el congreso madrileño en el que el errejonismo ensayó la toma del poder a través de una lista encabezada por Rita Maestre. El candidato oficialista, Ramón Espinar, se alió con anticapis, ganó la contienda y luego se olvidó de ellos.
La segunda, cuando el propio exfundador, examigo y hoy líder de Más País se presentó para competirle a Iglesias el liderazgo: Vistalegre II se saldó con una victoria solvente gracias al apoyo de Anticapitalistas, que veían en Errejón un viaje a la socialdemocracia "incompatible" con sus postulados. Pero Iglesias ya nunca más compartió estrategias de fondo con los de Urbán y Rodríguez. Por ejemplo, Anticapitalistas nunca quiso la coalición con el PSOE.
"Nueva etapa"
Así, los rumores de fractura venían sucediéndose desde hace unos días, cuando Miguel Urbán, en declaraciones a este periódico, dejó claro que su grupo "tiene que decidir si participará o no en la Asamblea Ciudadana" de la tercera semana de marzo, es decir, el tercer congreso de Podemos.
El cónclave, conocido como Vistalegre III, no se celebrará en la plaza de toros madrileña, sino en La Cubierta de Leganés. Fuentes internas de la formación explican a EL ESPAÑOL que "ésta es una etapa nueva", ahora que han pasado de las plazas al Gobierno y había que "cambiar el significante". Luego, aunque no lo añaden, está que Vox se ha hecho grande en la misma plaza y ha bautizado su propio congreso así, "Vistalegre III", donde lo celebrará una par de semanas antes, el 8 de marzo.
¿Y caben los anticapis en esa "nueva etapa" de Podemos? Parece evidente que no. Teresa Rodríguez ha amagado en "demasiadas ocasiones" con declarar la independencia de Podemos Andalucía, según miembros del partido cercanos a la dirección. Y ahora ya no puede ni presumir de tener mejores resultados que Iglesias, que ha esperado con calma para terminar de servir su plato frío.
"Un grupo de personas"
Era el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, quien más claro lo dejaba en los pasillos de la carrera de San Jerónimo. "Hay que respetar las decisiones que tome cualquier grupo de personas en un partido político", si el 16 de marzo, cuando reúnen a su Coordinadora Confederal, como refería Urbán más arriba, deciden desertar de la Asamblea Ciudadana de Podemos.
Eso es lo previsible. Y la salida definitiva se acordará con toda probabilidad en la Conferencia programada para el 28 de marzo.
Para Echenique, hay que "normalizar que un grupo de personas tome las decisiones que considere" dentro de un partido político, "en lugar de comentarlas". Curiosamente, también el portavoz parlamentario fue aliado de Urbán y Rodríguez años atrás... cuando en Vistalegre I le compitió a Iglesias el liderazgo de la incipiente formación política de los círculos. Eran otros tiempos, ahora se sientan en el banco azul.