Carles Puigdemont, en medio de una gran ovación, ha reiterado en Perpiñán que no hay más camino que "la República catalana independiente". El expresidente prófugo de la Generalitat ha insistido en erigirse como mártir: "Tenemos la persecución escrita en la piel".
"Hemos entrado en Cataluña". Como si fuera 23 de octubre de 1977 y Josep Tarradellas estuviera en el balcón del Palau de la Generalitat volviendo del exilio. Triunfante, rodeado de miles de esteladas (que no las cuatribarradas de aquel año 77), Carles Puigdemont ha celebrado su llegada a Perpiñán como el nuevo advenimiento del separatismo, como el gran acto que presionará a la mesa de negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez.
En un acto que el independentismo afrontaba dividido -ERC apenas ha enviado una mínima representación a la ciudad francesa-, han sido decenas de miles las personas que se han desplazado para asistir al acto 'La República en el centro del mundo'. 'Estelades' de distintos tamaños, pancartas en apoyo de Puigdemont y de los condenados por el 1-O y en defensa del referéndum separatista son algunas de las insignias que llevan los asistentes -uno incluso carga con una de las urnas del 1-O-.
Precedido por sus ex conselleres, el ex presidente fugado ha definido "el Estado español" como "heredero del franquismo" y ha cargado contra la monarquía, a la que ha vuelto a asociar directamente con la dictadura. Incluso ha hablado de los "negocios abusivos" de la jefatura del Estado.
Continuamente aplaudido, Puigdemont ha llamado a los suyos a "preparar la lucha definitiva". Desde el "exilio" -ha desvelado- el Consejo de la República preparará "el camino". El expresidente catalán se ha dicho dueño de "la autoridad moral".
"El Estado español sólo entiende la voz del pueblo movilizado, por eso tenemos que estarlo siempre", ha aseverado. Sin mencionar ningún dato en concreto, Puigdemont ha asegurado que "el anhelo de la República independiente ya es mayoritario" en Cataluña.
"El poder reduce nuestros derechos"
"Somos un ejemplo en la búsqueda de la libertad". Un eslogan que también ha brindado a "Euskal Herria" y a los "jóvenes de Alsasua". "El poder -ha asegurado en referencia a las instituciones españolas- tiene la voracidad de reducir nuestros derechos". "Éramos conscientes de que no iba a ser fácil. La libertad y la independencia no son caminos sencillos. La República es nuestro único objetivo", ha arengado Puigdemont.
Puigdemont ha llegado en torno a las 11.00 recibidocon gritos de "president" mientras que han pitado al rey Felipe VI, que aparecía en uno de los vídeos. Ahí estaba Quim Torra, presidente de la Generalitat, quien ha expresado su "emoción" por "dar la bienvenida a casa" a su líder, pues considera esta localidad francesa como parte de la "Catalunya Nord" ("Cataluña Norte").
En unas breves declaraciones a los periodistas antes del acto del denominado Consejo por la República en el Parque de Exposiciones de Perpiñán, Torra ha expresado su alegría por estar en "tierras catalanas" y ha celebrado "dar la bienvenida a casa" a Puigdemont, Comín y Ponsatí. De hecho, ha enfatizado los vínculos entre "norte y sur" de Cataluña, lo que a su juicio demuestra que "los Pirineos no separan nada, sino que lo unen todo".