El anuncio hace semanas de un posible acuerdo electoral entre Ciudadanos y PP en Cataluña provocó una catarata de especulaciones sobre quién sería el encargado de encabezar la hipotética lista electoral conjunta de ambas formaciones. Dos nombres destacaron de inmediato muy por encima del resto. Los de Alejandro Fernández, por el PP, y el de Jordi Cañas, por Ciudadanos.
Pero Cañas (Barcelona, 1969) es eurodiputado en Bruselas desde las elecciones europeas del pasado 26 de mayo de 2019 y la posibilidad de volver a Cataluña para encabezar la lista de Ciudadanos y PP no ha entrado jamás en sus planes.
"Estoy 100% comprometido con mi trabajo en el Parlamento Europeo y las especulaciones son sólo eso, especulaciones. No sé de dónde ha salido el rumor, pero nadie me ha ofrecido volver a Cataluña" dijo el eurodiputado hace apenas unos días, durante una conversación con EL ESPAÑOL.
En realidad, no existía tal rumor. Al menos, entendido como información periodística con fuentes contrastadas. Lo que sí existía era sed de Cañas entre la militancia y los votantes de la formación naranja. Si alguien dudaba todavía del tirón del de Barcelona entre los simpatizantes de Ciudadanos, esas dudas se despejaron por completo durante esos días. Cañas sigue siendo un valor moral fundamental para el partido.
El socialdemócrata pródigo
Cañas formará parte del Comité Ejecutivo de Ciudadanos si Inés Arrimadas gana las primarias. Pero su vuelta a la dirección no implicará, en cualquier caso, un giro brusco de la formación hacia la socialdemocracia. "No, la ideología no tiene nada que ver con la elección de Cañas. Es más sencillo que eso. Cañas es un valor moral para el partido y para los afiliados. Es un histórico y tenía que estar dentro".
Cañas es conocido en el seno de Ciudadanos como el máximo representante de la rama más socialdemócrata de los naranjas. Como explica Juan Carlos Girauta en Ciudadanos 2.0, una de sus últimas columnas para el diario ABC, "Cañas defendió en la última Asamblea General mantener en el ideario la referencia al socialismo democrático junto al liberalismo progresista. Yo postulé su supresión".
"Cañas encarna la coherencia, el arrojo y la lealtad" continúa Girauta en su columna. "Bestia negra del nacionalismo, una injusticia flagrante le sacó de la pista durante cinco años. Hoy es eurodiputado y ya ha logrado forzar la resolución del Parlamento Europeo contra el régimen de Nicolás Maduro".
Acusaciones desestimadas
La injusticia a la que hace referencia Girauta tuvo lugar en 2014. Cañas fue imputado por un presunto delito fiscal sin relación alguna con su cargo en Ciudadanos. Cañas, en un gesto muy poco habitual en la política española, decidió renunciar a su acta de diputado. El 7 de febrero de 2018, las acusaciones fueron desestimadas por completo. Pero los cuatro años transcurridos desde su imputación hicieron temer que la puerta de la política se hubiera cerrado definitivamente para él.
Por suerte para Ciudadanos, no fue así. Cañas volvió al partido, aunque de forma discreta y sin formar parte del Comité Ejecutivo de Albert Rivera. Hasta hace apenas unas semanas, algunas personas dentro del partido insinuaban la idea de que Cañas podría estar pensando en abandonar la política tras sus cinco años como eurodiputado en el Parlamento Europeo.
Cañas no ha destacado desde luego por su militancia riverista o arrimadista, pero sí por su lealtad al partido, a su dirección y a las decisiones que esta ha adoptado a lo largo de los últimos años, estuviera o no de acuerdo con ellas. De ahí que no resultara raro verlo el pasado viernes en un acto en Barcelona junto a Inés Arrimadas, Lorena Roldán y Carlos Carrizosa, dando su apoyo a la candidatura de la jerezana.
"No me gusta dar lecciones y no soportó que me las den" dijo Cañas esa noche. "En 2017 manifesté mi oposición a un cambio estatutario y no me fui por los medios de comunicación explicando nada. Estoy en Ciudadanos porque quiero este partido. Lecciones no. Aquí se permite el debate, pero leal". Un mensaje que se oyó alto y claro en la sede de la candidatura de Francisco Igea, destinatario obvio de la andanada de Cañas.
Batalla de guante blanco
"Cañas volverá a la dirección del partido si ganamos los primarias porque valoramos muy positivamente su lealtad bien entendida. Es decir, su lealtad desde la discrepancia" afirman fuentes cercanas a la candidatura de Arrimadas. "Cañas es un socialdemócrata que hizo una batalla de guante blanco cuando se cambió el ideario del partido. Aceptó legítimamente el resultado y acató" añaden luego, con poco disimulada admiración.
"Cañas es un animal político de lo catalán y se desenvuelve en ese tema como pez en el agua" dicen las mismas fuentes. "Además, entiende el partido de la misma manera que Arrimadas. Quizá haya discrepado algún momento en la táctica, pero la estrategia es compartida. Ambos entienden además que teniendo un fin común es legítimo creer en caminos distintos".
"Siempre que se respeten los códigos básicos en la discrepancia y se entienda que el partido está por encima de los miembros individuales que lo componen, Cañas tendrá lugar en él" finalizan en Ciudadanos. La noticia ha sido tan bien acogida entre la militancia como ese pequeño repunte en la intención de voto anunciado por el último sondeo del CIS. "Por poco que hagamos bien las cosas, Ciudadanos remontará" dicen en el partido.
El retorno de Cañas a la primera línea política parece haber insuflado nuevos ánimos en el partido. Y no sólo entre sus militantes y votantes, sino también entre sus líderes. El final del túnel de Ciudadanos parece ahora más cercano que hace apenas dos meses.